En el control de calidad de la auditoria, la confianza es primero.



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Control de calidad: la confianza es primero

Entrevista al Socio Director de Salles Sainz Grant Thornton, el C.P.C. Héctor Pérez Aguilar, sobre un aspecto fundamental en nuestra práctica profesional: la calidad que genera confianza total cuando se trata de dictaminar estados financieros de las empresas.

El control de calidad ¿Por qué es importante que las firmas cuenten con un sistema adecuado de control de calidad?

La razón de ser de la actividad de dictaminación de Estados Financieros es la necesidad que tienen las empresas de que su información financiera sea avalada ante terceros por un profesional independiente y por lo tanto resulte confiable para los mismos. Derivado de lo anterior, en un sentido estricto el servicio que vende un auditor se llama “confianza” y vender confianza solo es posible cuando quien la vende se ha ganado mediante sus actos, la credibilidad de quien lo contrata y de los usuarios que van a utilizar su opinión para la toma de decisiones.

A través de muchos años de trabajo profesional y conducta ética, la actividad del auditor independiente se ha ganado ante la comunidad de negocios esta credibilidad y por tanto el derecho de vender confianza, de ahí que quienes llevamos a cabo actualmente la misma estamos usufructuando este derecho ganado legítimamente por nuestra profesión.

Mantener la credibilidad en nuestra práctica profesional es la mayor responsabilidad que tenemos quienes la ejercemos, no solo porque sin ella nuestros servicios no tendrían utilidad alguna para sus usuarios, sino también, porque tenemos la obligación de transmitirla intacta a quienes nos sucedan, tal y como la recibirnos de quienes nos precedieron, de ahí que todo nuestro esfuerzo como profesión independiente debe estar enfocado totalmente a asegurarnos que nuestros servicios de auditoría se llevan a cabo con los mas altos estándares de calidad y ética profesional. Estos estándares están claramente definidos por nuestra misma profesión a través de las normas internacionales de auditoría las cuales nos señalan con detalle en que cosiste el Control de Calidad con que debe contar cualquier Contador Público que se dedica a esta actividad para asegurarse que su trabajo cumple con dichas normas.

La calidad en el trabajo del auditor externo no es una opción sino la esencia del mismo, por eso un auditor que se respete a si mismo y a su profesión debe contar con un sistema de control de calidad para el desarrollo de su actividad profesional ya que este sistema es la única garantía que tiene para poder tener credibilidad y vender confianza a sus clientes.

¿Qué beneficios tiene para las empresas el que las firmas que las auditen tengan implantado un buen control de calidad?

Me parece que para que un sistema de control de calidad de la práctica profesional de auditoría este completo, este debe especificar claramente todas las políticas y procedimientos necesarios para lograr dos objetivos fundamentales:

  1. Demostrar la capacidad técnica del auditor para proporcionar servicios que satisfagan los requisitos de sus clientes y las normas profesionales aplicables.
  2. Lograr la satisfacción total del cliente respecto del servicio recibido a través de la aplicación eficaz de su sistema de control de calidad, incluyendo el proceso de mejora continua.

Dicho lo anterior, los beneficios que obtiene una empresa cuando la Firma que audita sus Estados Financieros cuenta con un sistema de control de calidad son también dos:

  1. Poderse cerciorar objetivamente de que su auditor esta capacitado profesionalmente para prestar el servicio para el cual fue contratado.
  2. Que el trabajo desarrollado por dicho auditor se va a efectuar a su entera satisfacción y conforme a la normatividad profesional aplicable.

¿La implantación de adecuados controles de calidad en las firmas de auditoría evitaría nuevos escándalos financieros?

Ningún sistema de control de calidad establecido en una Firma de auditores por bueno que sea es infalible y por lo tanto siempre existirá la posibilidad de deficiencias en el desarrollo del trabajo de auditoría: sin embargo, esta posibilidad se minimiza en forma importante cuando el sistema de control de calidad es eficiente ya que en el mismo se establecen políticas y procedimientos de control encaminados a evitar hasta donde sea posible dichas deficiencias.

Se ha hablado mucho de los escándalos financieros y de la responsabilidad que tienen los auditores externos en algunos de ellos; sin embargo, quisiera precisar que sin dejar de lado la posible existencia de negligencia de algún auditor, la mayor parte de estos escándalos se derivan en mi opinión de dos tipos de problemas, ambos relacionados entre sí:

1. El primer problema se refiere a las presiones que existen actualmente en los mercados para la obtención de buenos resultados en las empresas, las cuales han orillado en algunos casos a sus administraciones a pasar por alto y violar los controles internos establecidos por las mismas, en una búsqueda artificial de dichos resultados. Es importante recordar que ante un evento de colusión de la alta administración no hay control interno que funcione y por ende se abre una gran posibilidad de cometer fraudes sin que estos sean detectados por los auditores.

Es mucho lo que se ha escrito sobre la responsabilidad que tiene la Administración de una empresa en la implantación y mantenimiento de un adecuado sistema de control interno que evite y detecte este tipo de conductas; sin embargo, y hablando de responsabilidades, no me cabe ninguna duda de que es responsabilidad del auditor externo el contar con un sistema de control de calidad que le permita allegarse de elementos para detectar este tipo de situaciones.

2. El segundo problema se refiere a las interpretaciones agresivas de la normatividad contable, casi siempre a conveniencia de la Administración, aprovechando que la misma por su naturaleza no es una ciencia exacta y su correcta aplicación requiere de objetividad y buen juicio profesional. En este sentido, el contar con un sistema de control de calidad adecuado debe permitir necesariamente al auditor hacerse de elementos de juicio que le permitan evaluar con toda objetividad dicha normatividad y en su caso juzgar si la que esta aplicando la empresa resulta o no adecuada.

Cierto tipo de normatividades contables, tal como la que existe en los Estados Unidos, que están basadas en reglas particulares, mas que en principios fundamentales, son campo fértil para originar diferentes tipos de interpretaciones que pueden llevar a una empresa a reconocer incorrectamente y a su conveniencia cierto tipo de operaciones; sin embargo, aun en estos casos el contar con un sistema adecuado de control de calidad permitirá al auditor minimizar estos riesgos. ¿Que las firmas tengan controles implantados para dar seguridad razonable de que no tengan problemas de independencia y conflicto de interés, eliminarla problemas de posible relación de auditores en caso de fraudes financieros, por qué?

Un sistema de control de calidad necesariamente tiene que establecer políticas y procedimientos de control que permitan dar seguridad razonable a los usuarios de nuestros servicios de que el auditor no tiene problemas de independencia o conflictos de interés que pudieran en un momento afectar su juicio profesional, por lo que contar con un sistema adecuado de control de calidad que contemple estos elementos como lo requieren las normas internacionales necesariamente ayudara a eliminar problemas de posibles relaciones de auditores en caso de fraudes financieros por estas razones.

¿Quién debe regular el adecuado cumplimiento de los controles mínimos de calidad de las firmas?

La profesión contable siempre se ha distinguido por ser una profesión que se auto-regula y establece la normatividad específica para guiar la conducta y el trabajo profesional de quien la práctica, por lo tanto la normatividad para regular la calidad del trabajo del auditor externo existe, es clara y completa y siempre ha sido emitida por nuestra misma profesión, pues nadie mejor que ella sabe lo que se necesita para llevar a cabo una Auditoría de Estados Financieros. Hasta ahí me parece que no existe problema alguno para que sea la profesión quien continúe emitiendo la normatividad; sin embargo, es obvio que esta normatividad no es observada en algunos casos por los auditores, por lo que a final de cuentas lo importante no es solo quien emita la normatividad sino quien va a vigilar su cumplimiento y que se va a hacer con aquellos auditores que no la cumplen. Este es el problema de fondo, recordemos el dicho “Norma que no se sanciona, norma que no se cumple”. Es en este problema de la falta de cumplimiento de la normatividad establecida por parte de algunos auditores, que en mi opinión la profesión contable se mantuvo pasiva y no actuó a tiempo y con decisión, por ello usuario de nuestros servicios, mas allá de intereses particulares o sobre-reacciones ante los escándalos financieros, reclama y se pregunta con justo derecho: ¿dónde esta la responsabilidad del Auditor?, ¿donde estaba el Auditor cuando esto pasó?

Hablaba al principio de esta entrevista de la credibilidad que ha ganado nuestra actividad profesional en todos estos años; sin embargo, hoy en día es un hecho que esta credibilidad se ha puesto en tela de juicio y por tanto existieron y existen fuertes presiones encaminadas a establecer controles y reguladores externos a la profesión para asegurar al publico en general que los auditores están llevando a cabo su trabajo en forma adecuada. Ante este cuestionamiento tan serio a nuestra credibilidad me parece que lo mas importante primero es reconocer que el mismo existe y segundo que si la tendencia irreversible es que terceros externos verifiquen y evalúen nuestra conducta profesional para recuperar dicha credibilidad, no nos queda mas que ser participes activos de este proceso y pugnar porque el mismo se lleve a cabo en forma objetiva.

¿Cuál es el principal reto que considera enfrentan las firmas de auditoría en la implantación de sistemas de control de calidad?

En relación con este tema no me cabe ninguna duda que establecer un Sistema de Control de Calidad en una firma de auditores es en si un reto para estas organizaciones, pues el mismo requiere de mucha dedicación, esfuerzo y talento de todos sus integrantes, además de tomar en cuenta el costo económico que el mismo representa; sin embargo en este caso, el verdadero reto, el reto mas importante para establecer este sistema es la necesidad imperiosa de permear e inculcar en todo el personal de la organización una cultura de calidad basada en valores éticos y servicio profesional; una cultura en donde al auditor le quede muy claro que la calidad no es un objetivo por si mismo, sino una respuesta a la responsabilidad social que tiene nuestra actividad profesional. Durante años y en muy diferentes foros escuche a veces con molestia y las más con preocupación voces dentro de nuestra profesión, tanto en México como en el extranjero, que con toda tranquilidad y sin pudor alguno aseveraban que “La Auditoría es un comodity”. Ante esta afirmación, contraria a todo lo que aprendí de mis maestros me preguntaba ¿Como puede un servicio profesional basado en la credibilidad y que “vende confianza” ser un comodity? ¿La calidad de los servicios de auditoría y los auditores que los prestan son iguales?, ¿Podemos valuar y ofrecer nuestros servicios de auditoría como a cualquier mercancía?

Será por eso, me pregunto ahora, que muchos auditores olvidaron en el camino que nuestra actividad se basa en principios fundamentales como la ética y el servicio profesional de calidad y pensaron que la misma era un comodity y que como profesión permitimos y nos prestamos a que algunos usuarios de nuestros servicios tasaran por igual los mismos sin importar quien y con que calidad los prestaba, o bien establecer en el personal de las firmas una cultura basada en que lo único importante era generar utilidades, a cualquier costo y por encima de todas las cosas; será por eso que con estas actitudes pavimentamos el camino para dar cabida al inicio de un proceso de perdida de credibilidad en nuestra actividad profesional que nos va a costar mucho trabajo revertir y que ha dado pie a que entidades externas a nuestra profesión empiecen a regular a la misma.

Por todo esto, como mencione anteriormente, me parece que el reto más importante que tenemos como auditores es privilegiar la creación de una cultura de calidad basada en los valores fundamentales que permitieran ganar prestigio y credibilidad a nuestra profesión: la ética y la responsabilidad social de nuestra actividad.

Fuente: ssgtnet.com.mx/blog/

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