¿Cómo te ves? Líder o Anti-líder…



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¿Cómo te ves? Líder o Anti-líder…

Fuente: IMCP Guadalajara

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En este artículo quiero mostrarte el resultado que, a largo plazo, un anti-líder obtiene. Si aplicas el reverso de lo que hace un anti-líder tendrás el resultado inverso.

Si te crees en posesión de la verdad, no escuchas, no pides consejos, no aceptas otros puntos de vista, no sabes reconocer tus errores y no reconoces tus propias limitaciones, todo ello te puede llevar a cometer errores muy graves que pongan en peligro el futuro de tu empresa. Este modo de comportarse genera un fuerte rechazo de tu equipo.

Si prometes y no cumples, cuando tu equipo se esfuerza esperando conseguir la recompensa prometida y ésta no se produce, esto te lleva a perder toda tu credibilidad. El equipo pierde su confianza en ti y no va a estar dispuesto a seguir realizando esfuerzos adicionales.

Si te sientes inseguro y celoso de tu parcela de poder, si tienes miedo que alguien te pueda hacer sombra, eso te lleva a rodearte de gente mediocre. Si eres acomplejado, con miedo a mostrar tus debilidades que te lleva a rechazar los consejos, a no escuchar, a no permitir que la gente de tu equipo brille. Con todo esto acabarás siendo despreciado por tu equipo.

Si eres apagado, difícilmente vas a ser capaz de generar entusiasmo en tu equipo. Si careces de energía, de optimismo, de empuje poco vas a poder motivar a tus compañeros.

Debes luchar por unos objetivos, unas metas difícilmente alcanzables; esto te obliga a transitar por caminos desconocidos, a asumir riesgos. La persona que evita el riesgo a toda costa es un conformista que se contenta con lo que tiene y que difícilmente va a ser capaz de conducir su empresa a ningún destino interesante. En un mundo tan cambiante como el actual, no moverse es sinónimo de perder.

Tu equipo difícilmente te seguirá si no se fía en ti; más bien terminará despreciándote.

Cuando consigues el apoyo de la organización a cambio de ofrecerle un proyecto realmente estimulante: Vendes ilusiones. Si careces de proyecto, ¿Qué es lo que vas a ofrecer a tu equipo?, ¿Continuidad? Eso lo puede hacer cualquiera.

Si tu principal (y a veces única) preocupación son tus propios intereses difícilmente vas a conseguir el apoyo de tu equipo. Los trabajadores se darán cuenta inmediatamente del riesgo que corren confiándote su destino, por lo que tratarán por todos los medios de apartarte de la posición de líder.

Un Líder es una persona que se adelanta al futuro, pero manteniendo siempre los pies en la tierra, sin dejar de ser realista. Si los objetivos que propones son a todas luces utópicos, la gente perderá su confianza en ti. El puesto de trabajo es un tema muy serio y la plantilla no va a permitir embarcarse en aventuras con final incierto. Un iluminado puede poner en riesgo el futuro de la empresa.

Si basas tu dirección en el empleo del miedo puedes conseguir a veces muy buenos resultados en el corto plazo, pero terminas inexorablemente dañando a la organización.

Los miembros de tu equipo aprovecharán la mínima oportunidad para cambiar de trabajo. Nadie soporta a un tirano. Cuando el ambiente que genera es muy tenso, la gente actuará sin iniciativa, irá al trabajo sin entusiasmo, y así difícilmente va a ser capaz de dar lo mejor de sí.