Contratos civiles y su uso como soporte de operaciones fiscales.





Contratos civiles y su uso como soporte de operaciones fiscales.

Autor colaborador:

Lyssette Téllez Ramírez

Maestra en Impuestos CP LAE y LD


Introducción:

No se trata de inventar o adicionar el uso de contratos para que las determinaciones de impuestos se reduzcan, o se disfracen los actos jurídicos, se trata de poner en documentos los actos, actividades y acuerdos realmente realizados en la vida cotidiana de las personas y las empresas para que se evidencie y transparente su realización, para que las autoridades no piensen lo que no es, no vean conductas incorrectas donde no las hay y no determinen impuestos cuando no se están generando.

Existen diferentes tipos de contratos entre los que destacan los contratos civiles y mercantiles, sin embargo en mi opinión siempre los contratos civiles son los más importantes en la vida de las personas ya que estos abarcan multitud de actividades y situaciones que acontecen en la vida de los particulares y también en la participación de los mismos en organismos societarios, y es primera instancia que nos debemos cuida como personas individuales , como entes particulares. Y es en nuestro día a día que realizamos multitud de acciones, convenios, y contratos a grado que en muchas ocasiones ni siquiera nos percatamos de ello.

El uso de los contratos es una parte importante fundamental de la protección patrimonial y como parte de ella de la planeación fiscal, ya que son mecanismos legales que permiten programar estratégicamente el cuidado de bienes de las personas y del pago de sus impuestos permitiendo soportar jurídicamente las actuaciones de los contribuyentes.


Por cierto, tuvimos un curso relativo a este tema.

Te invito a consultarlo ;)


Hablar de contratos civiles es remontarse a la historia del hombre prácticamente desde que existen las reglas de convivencia, ya que a final de cuentas hasta nuestras leyes son contratos aceptados como obligatorios por nuestra sociedad.

Puedo asegurar que hacer convenios y contratos es parte de la vida, y deberíamos considerarlos como parte obligada también, que nos evitaría multitud de problemas si los realizamos por escrito y antes o en el momento de realizar las actividades.

Uno de nuestros principales errores es tener acuerdos y no ponerlos por escrito. El tener acuerdos y no saber en base a que podemos tomar esos acuerdos, y sobre todo desconocer las consecuencias positivas negativas e impositivas que puede o no acarrear su realización.

Se que en general se realizan acuerdos y actividades para lograr algún objetivo particular, con reglas definidas con ese acuerdo, y con toda buena intención, pero sé que cada uno de nosotros piensa y entiende diferente y también recuerda distinto. Y es precisamente esa diversidad que provoca los primeros problemas cuando un acuerdo no está por escrito. Adicionémosle a esto que al no realizarlos por escrito pues no podemos comprobar lo acordado ni entre nosotros ni frente a terceros. Contrario a lo que pensamos, cuando iniciamos un proyecto es cuando debemos poner todo por escrito ahora que estamos todos deseosos de participar y nos tenemos confianza, para que ese escrito nos debe guiar para cuando no se va también en el logro de los objetivos o cuando alguno desea no continuar o le alcanza la muerte antes de lo previsto. Ese acuerdo nos debe ayudar a no enemistarnos, a no complicarnos la vida y a solucionar los problemas antes de que lleguen a ser problemas.

En este orden de ideas debemos vivir y realizar nuestras actividades conociendo y usando en forma más ordenada y responsable los contratos .

Conozcamos formalmente lo que hacemos día a día, conozcamos que es un mandato, una representación, poder, arrendamiento, compra venta, testamento, capitulaciones, legado, comodato, donación, sociedad, asociación, hipoteca así como multitud de figuras con ellos relacionadas: aval, garante, beneficiario, tutor, asociado, sucesión, herencia, etc, etc. Conozcamos también las consecuencias de nuestros actos, las consecuencias legales: civiles, mercantiles, penales, fiscales; para vivir con mayor conocimiento y seguridad, para no correr riesgos innecesarios, para no molestarnos con los amigos, ni las autoridades para en resumen tener una real protección patrimonial.

En posteriores artículos me abocare a ver cada una de estos aspectos y los invito a que nos sigan en los cursos de aplicación practica sobre ellas, donde conjuntaremos su correcto significado, estructuración, y repercusiones legales, fiscales y patrimoniales, así como la forma correcta de su uso para evidenciar a las autoridades que estamos realizando correctamente nuestras operaciones y que lo plasmado en nuestra información contable es real y no simulaciones.

Veremos también que no se debe hacer, detectaremos simulaciones de actos e inferiremos las consecuencias legales de estar con toda intención buscando la forma de engañar a terceros.

Conclusión:

Espero convencerlos de que la verdad es nuestra mejor carta, la que aunque olvidemos no cambia, la que conocida se dirige mejor hacia nuestros objetivos, la que bien cimentada soporta hasta el turbulento paso de las revisiones de cualquier autoridad, porque como nuestras leyes nos obligan a reconocer ES LA VERDAD.


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2 comentarios
  1. FRANCISCO JAVIER GONZALEZ
    FRANCISCO JAVIER GONZALEZ Dice:

    QUE LASTIMA QUE YA NO VENGAN EN UN FORMATO PARA DESCARGAR EN PDF. AHORA ES UN POCO MAS DIFICIL Y TARDADO HACERLO MEDIANTE LA CAPTURA DE PANTALLA, PERO SI SE PUEDE. ANTERIORMENE NOS DABAN ESA FACILIDAD DE DESCARGARLO EN FORMATO PDF AHORA NO SE PORQUE NO NOS PERMITEN HACERLO. EN FIN DE TODAS MANERAS MUCHAS GRACIAS POR LA PUBLICACION.

  2. Juan Pérez
    Juan Pérez Dice:

    Sería conveniente que platicara sobre los contratos civiles y su soporte en las actividades fiscales, para que tuviera relevancia el artículo.

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