Eliminación del régimen de consolidación fiscal – Su impacto económico –



El impacto económico de la posible eliminación del régimen de consolidación fiscal

Fuente: pwc.mx

En México, aunque el actual gobierno heredó del anterior una posición fiscal relativamente favorable en términos de balance y bajo apalancamiento, la función de recaudación nunca ha sido una de las fortalezas del Estado, y eso ha limitado su capacidad para impulsar el crecimiento de la economía nacional.

Uno de los objetivos prioritarios del nuevo gobierno es el de reformar el sistema tributario mexicano, y esa reforma, aunque se lleve por el camino que recomiendan los expertos para mejorar la eficiencia recaudadora, repartir con mayor equidad y justicia la carga fiscal, transparentar el ejercicio del gasto y la rendición de cuentas de parte de nuestros gobernantes, también podría ocasionar algunos daños colaterales y una mayor carga fiscal efectiva para las empresas.

Por lo anterior, el aspecto fiscal es un tema prioritario para reforzar las bases de la economía para que sea atractiva para detonar la inversión nacional y extranjera al construir un buen clima de negocios que fomente la generación de empleos y con estos el bienestar de la población y del país.

En ese sentido se deben considerar los impactos económicos por la posible eliminación del régimen de consolidación fiscal, ya que entre los principales objetivos que buscan los distintos regímenes de consolidación fiscal en el mundo se encuentran el mantener y atraer inversión extranjera a los países que permiten este régimen, ya que estimula la actividad económica y la generación de empleos, así como la competitividad de los países con socios comerciales.

En el caso de México, el régimen de consolidación aún es atractivo para los inversionistas tanto nacionales como extranjeros. Actualmente existen 400 grupos incorporados al mismo, lo que le permite interactuar con algunos de sus socios que cuentan con esquemas de consolidación similares: Australia, España, Estados Unidos, Francia, Holanda, Italia, Japón, Reino Unido y Alemania.

El principal beneficio que actualmente ofrece el régimen es el diferimiento del Impuesto sobre la Renta (ISR) generado principalmente por la disminución de las pérdidas sufridas por controladoras contra las utilidades generadas por otras controladas, y diferimiento en el pago del impuesto causado por dividendos no provenientes de la Cuenta de Utilidad Fiscal Neta (CUFIN). Sin embargo, la principal preocupación por parte del gobierno mexicano es la recuperación del ISR diferido por los contribuyentes que tributan en este régimen.

Como medidas recaudatorias, en 2010 se modificó el régimen acotando su diferimiento del pago del ISR de diez a cinco años, y en diciembre de 2012 se planteó la eliminación del régimen de consolidación a partir del 2014 (compromiso número 72 del llamado Pacto por México). Con las medidas anteriores, el gobierno espera recaudar de forma inmediata 22 mil millones de pesos por año.

Ante la inminente eliminación del régimen, es necesario que las autoridades fiscales y los contribuyentes tomen medidas preventivas que permitan la recaudación del impuesto para las autoridades fiscales sin afectar la capacidad financiera de los contribuyentes.