Una cita con el SAT. La innovación debe ser una constante soportada en la tecnología que está a nuestro alcance.

Una cita con el SAT

L.C.C. Pablo Alejandro Limón Mestre

Integrante de la Comisión Nacional de Síndicos del Contribuyente IMCP

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A nosotros que estamos vinculados a los temas fiscales para atender las múltiples necesidades de nuestros clientes, no nos puede dar más alegría desde hace más de un año que lograr el ansiado momento de encontrar citas disponibles para los trámites que debemos realizar; sin embargo, ese regocijo se convierte en ocasiones en frustración cuando se tienen que obtener varias citas y solo se alcanza, con mucha suerte, encontrar una o dos para muchos días más adelante, situación que se tendrá que intentar al mes siguiente y así, sucesivamente.

La escasez de citas se ha convertido en un problema sistémico como consecuencia de la pandemia, lo que es por demás comprensible porque no puede haber valor más alto que el cuidar la salud de la ciudadanía, los servidores públicos, los contribuyentes o sus representantes.

Desde el año pasado, el SAT redujo de manera importante la atención al público, lo cual, de acuerdo con los informes de gestión publicados esto se está comenzando a normalizar por el personal que se incorpora a la atención al público en forma presencia; sin embargo, persiste la escasez de citas, y la apertura de las mismas en solo algunos días del mes y la rapidez como se terminan es vertiginosa.

Nuestra profesión está íntimamente relacionada con los temas fiscales y coadyuvamos a que se cumplan con las disposiciones fiscales, nosotros confiamos en nuestro querido México y en sus instituciones, lo que se demuestra porque aquí estamos en la actividad cotidiana que nos distingue como Contadores Públicos.

Estamos convencidos de la alta capacidad y calidad de nuestras autoridades, muestra de ello es la transformación tecnológica del Servicio de Administración Tributaria en la última década, convirtiendo a nuestro país en un referente para otras autoridades tributarias para seguir nuestras mejores prácticas.

La innovación debe ser una constante soportada en la tecnología que está a nuestro alcance, por lo que debería de invertirse en aquellos trámites en donde existe rezago importante en el mundo de las personas morales y en donde creo no existe una estadística de los que están pendientes por falta de citas. Una alternativa a considerar podría ser registrar citas aunque no existan disponibles y que se notifique cuando ya tenga su cita el solicitante, ya sea el contribuyente o al representante para efectos fiscales.

Para muestra de los rezagos son los de apertura, disolución o liquidación de sociedades. Estos dos últimos procesos se han complicado enormemente, incluso para empresas que nunca tuvieron operaciones, se mantuvieron en ceros, tienen opinión de cumplimiento positiva o no tuvieron actividades en los últimos cinco años, que incluso nunca expidieron un CFDI.

A más de 16 años de su publicación vale la pena recoger el objetivo señalado en su Exposición de Motivos la Ley Federal de los Derechos del Contribuyente, “reconocer y enunciar de manera sencilla los principales derechos y garantías de los contribuyentes en sus relaciones con la Administración Tributaria”.

Esta relación con la administración tributaria se rige, tanto por derechos como por obligaciones, la fracción I del artículo 2 de la Ley Federal de los Derechos del contribuyente señala:

Artículo 2o.- Son derechos generales de los contribuyentes los siguientes:

I. Derecho a ser informado y asistido por las autoridades fiscales en el cumplimiento de sus obligaciones tributarias, así como del contenido y alcance de las mismas.

A su vez, el artículo 4 señala:

Artículo 4º.- Los servidores públicos de la administración tributaria facilitarán en todo momento al contribuyente el ejercicio de sus derechos y el cumplimiento de sus obligaciones.

Por último, vale la pena rescatar lo puntualizado por el Propio reglamento del Servicio de Administración Tributaria en su artículo 32:

Artículo 32.- Compete a la Administración General de Servicios al Contribuyente:

…

II. Recibir de los particulares directamente o a través de las oficinas y medios electrónicos autorizados las declaraciones, avisos, requerimientos, solicitudes, aclaraciones, manifestaciones, instrumentos autorizados y demás documentación a que obliguen las disposiciones fiscales y aduaneras que no deban presentarse ante otras unidades administrativas del Servicio de Administración Tributaria;

…

VII. Tramitar y resolver las solicitudes de aclaración que presenten los contribuyentes sobre problemas relacionados con la imposición de multas, requerimientos, solicitudes y avisos al registro federal de contribuyentes;

…

X. Establecer, normar y actualizar el registro de trámites fiscales, incluyendo los requisitos para la presentación de los mismos;

Asistir, cumplir, resolver, facilitar, actualizar o aclarar, son tan solo algunos de los derechos que tenemos los contribuyentes como parte de la relación tributaria, razón por la cual escribo estas líneas con la esperanza y seguridad de que se puedan realizar los trámites fiscales de una manera expedita y fácil.

México es de todos, donde coexisten gobernantes y gobernados. Los primeros, entre otros, nos deben facilitar la vida para cumplir con nuestras obligaciones fiscales. Como mexicano queremos una economía prospera, valores fundamentales, inversión de nuestros ciudadanos y extranjeros, permanencia de nuestros talentos, seguridad y transparencia, que se resume construir un mejor país, y en donde tener una cita con el SAT sea algo sencillo y expedito.

En la Comisión Nacional de Síndicos del IMCP nos hemos dado a la tarea de plantear en diversas ocasiones la falta de citas desde el mes de marzo de 2020, por lo que solicitamos a las autoridades atiendan la necesidad de estas y/o automaticen los trámites para que no exista el requerimiento de ser presenciales, pero mientras tanto que exista la posibilidad de registrar todas las citas que demanden los contribuyentes, aun cuando no exista disponibilidad de las mismas, esto con la intención de que el SAT conozca la verdadera necesidad que tienen los contribuyentes, recordando que lo que no es medible no es mejorable.

Fuente: Revista Contaduría Pública