Como el SAT fiscaliza con base en los CFDI XML.




La nueva fiscalización a través de los CFDI.

Roberto Cavazos, ICPNL

Mientras que una transacción comercial se llevaba a cabo mediante la elaboración de facturas en papel, pago de las transacciones mediante títulos de crédito denominados cheques y envío de mercancía a través de transporte privado terrestre, con un período de entrega de varios días, actualmente se realizan mediante plataformas nube, emitiendo documentos denominados comprobante fiscal digital por internet (CFDI), envío del comprobante a través de correo electrónico o redes sociales y utilizando empresas de entrega de bienes que, mediante cualquier tipo de envío (terrestre, aéreo o marítimo) se entrega en promedio en 24 horas. La inmediatez impera.

De llevar a cabo un acto comercial de manera presencial y firmando un documento de manera autógrafa, a concretar las transacciones mediante el uso de una firma electrónica avanzada y validando la transacción a través de un certificado de sello digital.

Dicha evolución ha generado una seria de retos y oportunidades para el empresario. Automatizar sus operaciones de tal manera que, por ejemplo, ya no requiere de la adquisición de un sistema de control de inventarios, sino mediante el uso de una plataforma de inteligencia de negocios que obtiene la información directa de un CFDI y permite conocer las unidades adquiridas de cada producto, su precio unitario, la fecha de la transacción y posteriormente el número de unidades vendidas y el precio unitario de venta.

Es decir, un control de inventarios sin contar con un RP, la determinación de la ganancia marginal en la venta de cada tipo de producto, así como la tasa efectiva de ganancia por producto, empresa o sector económico.

Estos y otros procesos de determinación de resultados mediante el sencillo uso de un CFDI.

El uso de dashboards o tableros de control, permite analizar de manera sencilla la totalidad de operaciones que realiza una empresa, sin contar con un sistema comercial o un sistema que genere un registro contable.

El empresario del siglo XXI cuenta con la información automatizada y en el momento en que realiza cada transacción. La determinación de ganancias, análisis de flujos de efectivo o el cálculo de contribuciones, se han vuelto procesos sencillos de analizar mediante el uso de herramientas sencillas tales como Data Analysis, Data Science, Business Intelligence, que permiten tener el control del negocio y generar oportunidades de negocios.

En otro sentido, dicha información también se encuentra a disposición de las autoridades fiscales: pago de nóminas, generación de ingresos, impuestos causados y acreditables, impuestos retenidos, márgenes de ganancia efectiva, prellenado de declaraciones fiscales es información que obtienen, prácticamente, al momento en que las transacciones se generan. Toda esta información, al igual que para el empresario, las diversas autoridades fiscales cuentan con la posibilidad de utilizarla para realizar una rápida y eficaz determinación, e incluso, recaudación de las diversas contribuciones.

Los esquemas de fiscalización actuales se han transformado, de tal manera que se evita el uso de personas (auditores) y se promueve el uso de herramientas automatizadas de análisis de datos.

Dichas diferencias o determinaciones son notificadas mediante buzón tributario y se establece una fecha límite para enviar las aclaraciones correspondientes a la propia autoridad.

En caso de no responder a las notificaciones o requerimientos, la autoridad cuenta con herramientas digitales o financieras tales como suspensión o cancelación de sellos digitales o embargo precautorio de cuentas bancarias.

Todas estas operaciones se pueden realizar sin la intervención del ser humano y a través de robots automatizados que permiten el análisis y toma de decisiones en materia fiscal. Por tal motivo, es importante conocer las herramientas y procesos que implementan las autoridades fiscales mediante el uso de sus plataformas tecnológicas. La gran ventaja es que la totalidad de información la genera el mismo empresario. La desventaja es que, mientras que el empresario la genera y no la analiza, las autoridades fiscales la recaban, la procesan y realizan determinaciones automatizadas y de manera sencilla.

La oportunidad del empresario para realizar mejores transacciones y oportunidades de negocios se convierte en una herramienta espejo para la autoridad fiscal para efecto de llevar a cabo sus actos de fiscalización.

Fuente: BOLETIN AMEXIPAC ABRIL 2022

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