Actúa cuando la emoción es fuerte.





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Actúa cuando la emoción es fuerte

Por: Jim Rohn

Desarrollar una verdadera disciplina requiere que practiques la habilidad de tomar acción. No necesitas apurarte si no es necesario, pero tampoco querrás perder mucho tiempo en decidirte. El tiempo de actuar es: cuando la idea está caliente y la emoción es fuerte.

Digamos por ejemplo que no quieres formar una biblioteca. Si realmente lo desearas, lo que harías es comprar el primer libro. Luego el segundo. Tomarías acción tan pronto como te fuera posible, antes de que tus sentimientos disminuyan y antes de que la idea se esfume. Si no lo haces así, observa lo que pasa – sucumbirás a la Ley del Intento Disminuido (traducido de "The Law of Diminishing Intent".

Nosotros intentamos tomar una acción cuando una idea se nos ocurre. Nosotros intentamos hacer algo cuando la emoción es alta. Pero si no pasamos rápidamente de la "intención" a la "acción", la urgencia comienza a disminuir. Después de un mes se habrá enfriado la pasión. Un año después ya no estará.

Por eso, tomemos acción cuando las emociones sean altas y las ideas fuertes, claras y poderosas. Si por ejemplo, alguien te habla sobre la buena salud y te sientes motivado por esa conversación, deberás comprar un libro sobre el tema. Compra el libro antes de que la idea pase, antes de que la emoción se enfríe. Inicia el proceso.

Tírate al piso y haz algunas abdominales. Tu necesitas tomar acción; de otra manera la voluntad decaerá. La emoción pasa pronto a menos que tu la apliques a alguna actividad de manera disciplinada. La disciplina te permite capturar la emoción y la voluntad y traducirlas en acción.

La clave es incrementar tu motivación fijándote rápidamente una disciplina. Haciendo esto, tu habrás iniciado una nueva y maravillosa etapa en tu vida.

El mayor valor de la disciplina es: Saber lo que valemos, también conocida como Autoestima. Muchas personas que dictan cursos sobre autoestima no la relacionan con la disciplina, pero cuando sentimos en nosotros mismos la más mínima falta de disciplina, comienza a erosionarse nuestra mentalidad.

Una de las más grandes tentaciones es justamente "aflojar un poquito". En vez de dar lo mejor de sí, permites hacer un poquito menos que tu mayor esfuerzo. Con toda seguridad, tu habrás iniciado en un lento camino que te llevará a disminuir tu sentido de valía personal.

Hay un problema aún con una ligera negligencia o descuido. La negligencia empieza como una infección. Si no te preocupas por ella, se vuelve una enfermedad y una negligencia lleva a otra. Lo peor de todo, cuando la negligencia o los descuidos comienzan, disminuye nuestro sentido de valía personal.

Una vez que ha sucedido esto ¿Cómo puedes recuperar el respeto a ti mismo? Todo lo que tienes que hacer es ¡actuar ahora! Comienza con las más simples disciplinas que se acomoden mejor a tu propia filosofía. Haz esta proposición: "Me disciplinaré a mi mismo para alcanzar mis metas de manera que en los próximos años pueda celebrar mis éxitos."

Visto primero en: www.ccpg.org.mx



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