El Outsourcing y la paradoja de la mentira fiscal. Una mentira repetida mil veces ¿se convierte en VERDAD?
Autor colaborador: ARTURO URBINA NANDAYAPA*
Una paradoja (del lat. paradoxus, y este del griego παράδοξος) es una idea extraña, opuesta a lo que se considera verdadero o a la opinión general.[1] En otras palabras, es una proposición en apariencia verdadera que conlleva a una contradicción lógica o a una situación que infringe el sentido común. En retórica, es una figura de pensamiento que consiste en emplear expresiones o frases que envuelven contradicción.
La paradoja es un poderoso estímulo para la reflexión y así mismo los filósofos a menudo se sirven de las paradojas para revelar la complejidad de la realidad. La paradoja también permite demostrar las limitaciones de las herramientas de la mente humana. Así, la identificación de paradojas basadas en conceptos que a simple vista parecen simples y razonables ha impulsado importantes avances en la ciencia, la filosofía y las matemáticas.
LA PARADOJA DE LA MENTIRA:
“HE REPETIDO UNA MENTIRA UN MILLÓN DE VECES, POR LO TANTO, SE HA CONVERTIDO EN VERDAD”
LA PARADOJA DEL ESCEPTICISMO:
“NO ME HA PASADO NADA MALO, HASTA AHORA, POR TANTO
SIEMPRE ME VA A IR BIEN”
O dicho de otra manera:
“COMO HASTA AHORA EL SAT NO ME HA REVISADO,
NO ME VA A REVISAR NUNCA”.
Las personas que optaron por seguir la estrategia de llevar sus obligaciones fiscales a través del esquema del Outsourcing se preguntan si el SAT va a ir en serio en contra de este esquema y que si, como siempre, no pasa nada, entonces no deben temer nada, no les pasará nada.
De esta forma de pensamiento, nacen dos paradojas, la paradoja de la mentira que hizo nacer al Outsourcing y la paradoja del escepticismo que creen que si siguieron este camino, no les va a pasar nada, veamos en qué consisten ambas:
La paradoja de la mentira: “HE REPETIDO UNA MENTIRA UN MILLÓN DE VECES, POR TANTO SE HA CONVERTIDO EN VERDAD”.
HE HECHO TANTO ESTA FIGURA QUE AHORA EL OUTSOURCING ES LEGAL.
SOY DOCTOR EN DERECHO PESE A SER CONTADOR, POR TANTO ME HE CONVERTIDO EN DOCTOR Y POR CONSIGUIENTE PUEDO VENDER Y DECIR LO QUE QUIERA.
SI DEJO DE PAGAR IMPUESTOS A TRAVÉS DE EMPRESAS SIMULADAS Y NO ME REVISAN, ENTONCES NUNCA ME VAN A REVISAR Y POR CONSIGUIENTE LA SIMULACIÓN ES UNA FIGURA LEGAL”.
SI DIGO QUE UNA PERSONA TIENE EL DOCTORADO EN DERECHO Y REPITO ESTO TANTAS VECES, TODO MUNDO TIENE QUE CREER EN SU SABIDURÍA Y PUEDO VENDER LO QUE SE ME ANTOJE, ASÍ VENDO LIBROS, REVISTAS Y LA FIGURA MISMA DEL OUTSOURCING.
Estas son las premisas básicas de estas paradojas, digo una mentira un millón de veces y soy el primero en creérmela, por consiguiente, todos la van a creer, y yo la puedo seguir vendiendo, a fuerza de repetir una mentira, esta se ha convertido en verdad, y por consiguiente, a pesar de ser contador, me he convertido en doctor en derecho y el Outsourcing se ha convertido en una figura legal y permitida.
En conclusión, La Suprema Corte de Justicia de la Nación (SCJN), el Servicio de Administración Tributario (SAT), la Procuraduría General de la República (PGR), y todos están equivocadas, soy el único poseedor de la verdad absoluta.
O ¿Soy el portavoz de la mentira completa? Y lo que es peor, no me doy cuenta de la barbaridad que estoy haciendo.
De lo anterior deriva la otra paradoja, la del escepticismo: “EL SAT NO ME HA AUDITADO, POR CONSIGUIENTE, NUNCA ME VA A REVISAR”.
No me importa que se hayan anunciado ya mil auditorías y 100 querellas penales, no pasa nada, sé que el SAT no va a ir a fondo, además mi estrategia de planeación fiscal de no pagar impuestos es legal, el hecho de construir (sic) sociedades cooperativas simuladas, se ha convertido en legal por la paradoja anterior y por consiguiente, a los otros les puede pasar cualquier cosa, pero a mí como doctor por la vida, no me puede pasar nada.
Si algo le sucede a mis clientes, es ejemplo del terrorismo fiscal y muestra del compadrazgo judicial que domina la vida judicial de México, todos los tribunales y dependencias de Gobierno son corruptos excepto yo, y por eso, por esa envida, pierdo los juicios fiscales.
CONCLUSIONES.
Las anteriores paradojas forman parte de la vida económica de las empresas, y dominan por consiguiente la forma de pensamiento de miles de empresarios que siguen utilizando esta forma de evasión fiscal delictiva.
La paradoja de la mentira fue utilizada por la mayor parte de revistas fiscales especializadas en México, en donde casi todos los articulistas se convirtieron en maestros y doctores en derecho, sin serlo, todo para vender una figura fraudulenta que generó una industria enorme y lesiva para los trabajadores, para el fisco y por consiguiente para el país.
Las autoridades fiscales han iniciado revisiones fiscales a miles de empresas, han iniciado cientos de querellas penales en contra de determinados evasores, pero la mayor parte de empresarios siguen pensando en que no pasa nada, esta es la segunda paradoja, la del escepticismo.
Dicen que no hay peor ciego que el que no quiere ver, o peor sordo que una esposa cuando no se le da lo que quiere, y basados en esta premisa, los doctores de la vida siguen vendiendo esta figura y lo que es peor, existen empresarios que siguen comprando el problema, basados en la paradoja del escepticismo.
Y es que no se puede engañar a todas las personas todo el tiempo con una mentira que no tiene bases, la mentira termina cuando la verdad sale a flote y así está sucediendo.
Y es que en México nunca pasa nada, hasta que suceden las cosas, y el Outsourcing es un delito grave y el que haya vendido esta figura ostentándose como doctor o maestro en derecho sin serlo, no es más que un mentiroso, defraudador y ha cometido el delito de Usurpación de Profesiones.
Si La Fontaine le pusiera nombre a esta historia, la llamaría: “Cuando en el pequeño estanque, los sapos se sintieron Reyes”.
*ARTURO URBINA NANDAYAPA
MAESTRO Y DOCTOR EN DERECHO POR LA UNAM.
MÉXICO, D.F. 18 DE FEBRERO DE 2011
CORTESÍA:
¿El outsourcing es un delito?
Caray como se nota que cada quien lleva agua a su molino…
Este pleito entre los reyes de la colina y el indignado Dr. Nandayapa deberían librarlo a golpes y en el patio de alguna maltrecha vecindad, terreno más que apropiado para sus chismes de lavadero…