Contabilidad verde en México: desafíos y oportunidades ante la normativa de sostenibilidad 2025
Contabilidad verde en México: desafíos y oportunidades ante la normativa de sostenibilidad 2025
I.B y L.C.P Marisela Gurrola Medrano
• Asesor de Negocios.
• [email protected]
Introducción
La contabilidad verde, también conocida como contabilidad ambiental, ha evolucionado de ser una práctica opcional para convertirse en un aspecto esencial de las políticas públicas y los sistemas fiscales en todo el mundo.
A medida que el interés global por la sostenibilidad sigue creciendo, países emergentes como México están incorporando este enfoque en sus regulaciones financieras y fiscales. Este cambio es el resultado de compromisos internacionales, como el Acuerdo de París y la Agenda 2030 de las Naciones Unidas, que han llevado a las empresas a considerar no solo su rendimiento financiero, sino también su impacto en el medio ambiente y la sociedad.
Con la llegada de la Normativa de Información sobre Sostenibilidad en 2025, México está dando un paso importante hacia la alineación con los estándares internacionales establecidos por el Consejo Internacional de Normas de Sostenibilidad (ISSB).
Este artículo examina las tendencias recientes en contabilidad verde desde la perspectiva de la política ambiental y la fiscalidad internacional, analizando los retos que las empresas mexicanas enfrentarán ante este nuevo marco regulatorio y las oportunidades que se abrirán para adoptar un modelo de negocio más sostenible.
Marco Regulatorio en México: Política Ambiental y Fiscalidad Verde
México se ha destacado como uno de los pioneros en América Latina al ratificar el Acuerdo de París , comprometiéndose a reducir sus emisiones de gases de efecto invernadero (GEI) en un 22% para 2030. Este compromiso ha influido significativamente en la creación de políticas nacionales, incluyendo aquellas relacionadas con la fiscalidad verde y la regulación empresarial.
Las leyes como la Ley General de Equilibrio Ecológico y la Protección al Ambiente (LGEEPA) y la Ley General de Cambio Climático (LGCC) son fundamentales en este proceso, estableciendo obligaciones que van desde la gestión de residuos hasta la reducción de emisiones.
Hasta ahora, la contabilidad verde en México ha sido en gran medida voluntaria, enfocándose principalmente en iniciativas de responsabilidad social empresarial (RSE) y la divulgación de información ambiental bajo marcos como el Pacto Mundial o el Índice de Sustentabilidad de la Bolsa Mexicana de Valores (BMV) . Sin embargo, la inminente Normativa de Información sobre Sostenibilidad cambiará este panorama al exigir a las empresas una mayor transparencia y consistencia en cómo informan sobre sus impactos ambientales, convirtiendo la sostenibilidad en una cuestión regulatoria y fiscal.
Normativa de Información sobre Sostenibilidad 2025: Un Cambio de Paradigma
A partir de 2025, la Normativa de Información sobre Sostenibilidad obligará a todas las empresas en México a reportar métricas clave sobre su impacto ambiental y social, siguiendo los lineamientos del ISSB. Este marco se centrará en la divulgación de información abordando varios aspectos importantes como:
- Emisiones de GEI: Las empresas deberán medir y reportar sus emisiones de gases contaminantes, alineándose con los objetivos nacionales de reducción de carbono.
- Uso de recursos naturales: La gestión eficiente del agua y la energía será crucial para cumplir con las obligaciones de transparencia.
- Residuos y reciclaje: La información sobre la gestión de residuos permitirá a las empresas mostrar su contribución a la economía circular.
- Diversidad y derechos laborales: La dimensión social de la sostenibilidad se integrará en la contabilidad verde, reflejando la creciente responsabilidad social corporativa a nivel internacional.
En el ámbito fiscal, esta normativa podría dar lugar a incentivos fiscales verdes. Países como Francia y Alemania ya han desarrollado esquemas que otorgan créditos fiscales a las empresas que superan los estándares de sostenibilidad. México podría seguir este ejemplo, alentando a las empresas a invertir en tecnologías limpias y prácticas sostenibles a través de alivios fiscales y exenciones específicas.
Desafíos Regulatorios y Fiscales para las Empresas Mexicanas
El cumplimiento de la Normativa de Información sobre Sostenibilidad representará un desafío considerable, especialmente para las pequeñas y medianas empresas (PYMES), que a menudo carecen de la infraestructura y el conocimiento necesarios para cumplir con los requisitos complejos de la contabilidad verde. Esto no solo implicará invertir en tecnologías para medir y monitorear impactos ambientales, sino también adaptar sus sistemas contables para incluir métricas no financieras.
Otro desafío será la posible superposición entre las normativas nacionales y las exigencias internacionales. Dado que México está vinculado a acuerdos internacionales como el Tratado entre México, Estados Unidos y Canadá (T-MEC) y alineado con los Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS), las empresas tendrán que equilibrar el cumplimiento local con las expectativas globales, especialmente en relación con normas ambientales transfronterizas. Además, la presión fiscal que enfrentan las empresas podría aumentar debido a impuestos al carbono y otras cargas ecológicas, si las autoridades deciden implementar nuevas restricciones para promover prácticas sostenibles. En este contexto, las empresas deberán desarrollar estrategias financieras que incluyan la planificación fiscal verde como parte integral de su modelo de negocio.
Oportunidades en el Marco de la Nueva Normativa
A pesar de los desafíos normativos, las oportunidades para las empresas que lideran en sostenibilidad son significativas. La creciente demanda de inversionistas responsables por información transparente en los informes ESG (ambientales, sociales y de gobernanza) ha generado un mercado sólido para las empresas que adoptan prácticas de contabilidad verde de manera activa.
El mercado de bonos verdes en México está en auge, y aquellas empresas que demuestren un compromiso genuino con la sostenibilidad pueden acceder a financiamiento más económicos y diversificar sus fuentes de capital. En este sentido, la contabilidad verde no solo mejora la imagen de la empresa ante los inversores, sino que también puede reducir su costo de capital.
Las empresas que implementen la contabilidad verde también estarán mejor posicionadas para beneficiarse de incentivos fiscales internacionales. A medida que se proliferan los acuerdos internacionales que fomentan el comercio sostenible, como los Mecanismos de Ajuste en Frontera por Carbono (CBAM), las empresas mexicanas que demuestren un bajo impacto ambiental podrán evitar tarifas y aranceles adicionales en los mercados de Europa y América del Norte.
Conclusión
La contabilidad verde y la Normativa de Información sobre Sostenibilidad, que entrará en vigor en 2025, marcan un cambio fundamental en cómo las empresas en México deberán abordar la sostenibilidad en sus operaciones. Desde la fiscalidad internacional hasta las políticas ambientales nacionales, el marco regulatorio está avanzando hacia una mayor exigencia de transparencia y responsabilidad. Para aquellas empresas que se comprometen a implementar prácticas de contabilidad verde, las oportunidades son amplias, incluyendo mejor acceso a mercados de capital, incentivos fiscales y una mayor competitividad en un mundo que prioriza la sostenibilidad. Sin embargo, para aprovechar estas oportunidades, será esencial que las empresas inviertan en la infraestructura y el talento necesario para cumplir con los nuevos estándares, asegurando así su rentabilidad y responsabilidad en un entorno cada vez más regulado y fiscalmente complejo.
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