El sistema tributario mexicano y su compadrazgo con las empresas de outsourcing.
CREDITO: Enrique Campos Suárez
Dice el dicho que “la culpa no es del indio, sino de quien lo hizo compadre”. Y la verdad es que el sistema tributario mexicano mantiene un compadrazgo con las empresas de outsourcing.
La tercerización con fines de evasión de impuestos es producto de los generosos túneles de escape que se le han diseñado a las leyes fiscales que voluntaria o involuntariamente se le han agregado por años.
En lo que promete ser un verano caliente, el jefe del Servicio de Administración Tributaria (SAT), Alfredo Gutiérrez Ortiz Mena, comentó que se preparan denuncias penales en contra de diversas empresas sospechosas de darle la vuelta al pago de sus obligaciones tributarias.
Compañías hoteleras, restauranteras, clubes deportivos y de la industria automotriz, todos con el sello de ser empresas de gran tamaño que se han puesto creativos para darle la vuelta a sus pagos fiscales del personal que emplean.
Y a reserva de ver cuáles de estas empresas pasaron la raya de las leyes laxas, lo cierto es que el permiso para evadir está impreso en las mismas disposiciones fiscales.
El Centro de Investigaciones Económicas de la Universidad Autónoma de Nuevo León encuentra la salida al fraude del outsourcing en la modificación de las reglas del juego tributario.
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