Informalidad, gastos fiscales y desarrollo económico.
Informalidad, gastos fiscales y desarrollo económico
De acuerdo con la OCDE (2011), la informalidad y la excesiva regulación del mercado laboral reducen la productividad
En México, uno de los temas más controvertidos en cuanto al desarrollo económico es el crecimiento del sector informal, debido a que el gobierno deja de percibir recursos por dichas actividades. Además de los efectos negativos que el sector informal genera en la recaudación, la OC DE señala que “la informalidad puede obstaculizar la productividad y el crecimiento de las empresas y las personas que operan en este sector, pues podrían buscar no crecer para ocultar sus actividades y a menudo carecen de acceso a clientes, al financiamiento, la capacitación formal y la protección de los derechos de propiedad” (2011, pág. 20). En este mismo orden de ideas, el Banco Mundial señala que la informalidad es una carga para el crecimiento y bienestar social, asimismo, es una fuerza corrosiva para la integración de las sociedades. En América Latina y el Caribe la situación es aún más preocupante debido a que 56% de los empleos en las zonas urbanas son informales (Banco Mundial, 2007).
En general, para revertir los efectos negativos de la informalidad, el Banco Mundial argumenta que las autoridades pueden mejorar las condiciones que promueven la productividad de dicho sector, al eliminar las barreras, disminuir los costos y aumentar los beneficios de la formalidad (Banco Mundial, 2007). Dada la magnitud del sector informal en el país, la OC DE señala también que “para fortalecer el crecimiento de la productividad, México necesita abordar el tema de la informalidad mediante la reducción de los costos de trabajar en el sector formal y de los obstáculos a la formalización, y a la vez mejorar la capacitación, la educación y la asistencia técnica para que las empresas informales relativamente menos productivas se vuelvan más productivas y crezcan” (2011, pág. 25).
Los gastos fiscales pueden reducir los costos y obstáculos a la formalización. El establecimiento de un comercio formal está asociado al pago de una carga importante de impuestos, lo que resulta difícil de asumir por organizaciones que obtienen pocas ganancias debido a su baja productividad. En este sentido, Brandt y Paillacar señalan que “la baja productividad de las empresas pequeñas e informales justifica la existencia de reducciones impositivas para permitirles sobrevivir en tanto se formalizan (…). Por otro lado, también existen fundamentos para limitar el tiempo durante el cual las empresas puedan beneficiarse de una carga reducida, ya que apoyar a empresas poco productivas que no pueden mejorar su desempeño por un largo período de tiempo es posible que distorsione la asignación de recursos, disminuya la productividad agregada y, en consecuencia, la recaudación” (2011, pág. 30).