Innovación en la Contaduría Pública. La creatividad y el ingenio ahí están, solo falta la voluntad de hacer uso de ellos.
Innovación en la Contaduría Pública.
Autor colaborador:
C.P.C. José César Miranda Sánchez
Fuente: Revista Contaduría del Noroeste
Editada por el Instituto del Noroeste de Contadores Públicos, A.C.
Si percibimos el concepto de innovación como la modificación de procesos o elementos con un fin de mejora o de renovación, será muy sencillo el encontrar un número bastante amplio de posibilidades en el ámbito de las actividades que abarca la contaduría pública. Sin embargo, la realidad es muy distinta, y de ahí que como contadores no podemos culpar a la sociedad de no ser reconocidos precisamente por nuestra creatividad, somos de alguna manera cómplices de este estereotipo. No es para tomarlo como un insulto o una acusación agresiva, sino para tratar de ubicarnos en nuestra realidad y reconocer que hoy en día incluso las autoridades fiscales nos llevan ventaja en temas de innovación y tecnología, a lo cual como contadores solo estamos a la espera de las nuevas reglas y procedimientos para capacitarnos en su adaptación, nuestra formación profesional sin duda nos dio herramientas para revertir este proceso, solo hay que entenderlo y verlo como una obligación si procuramos crecer como profesión. No basta ser los más organizados, debemos perseguir como objetivo el ser de los más innovadores y tecnológicos también.
La variedad de servicios que como profesionales de la contaduría podemos ofrecer son muy diversos, y hemos mostrado siempre capacidad para lograr las soluciones deseadas, quizás lo único que hace falta es imaginarnos maneras inéditas de hacer las cosas en busca de un mejora en cuanto a calidad, tiempo o esfuerzo, indagando además en los usuarios de nuestros servicios sobre nuevas necesidades de información, darnos cuenta de las diferentes opciones para resolverlas y la creación de nuevos productos a partir de nuestro ejercicio profesional.
El uso y manejo de las plataformas informáticas es en nuestra era una obligación, pero buscar la mejora en los resultados que estas herramientas ofrecen o procesos vanguardistas que logren un impacto en el efecto final es responsabilidad de cada quien, para lo que tenemos que estar siempre prestando atención a los detalles y a los requerimientos de nuestros clientes, de las autoridades y de terceros interesados, en consecuencia, poder ubicar las áreas de mejora en nuestros procedimientos. El fruto de nuestro trabajo se verá afectado positivamente siempre que tomemos en cuenta el principio de que todo es perfectible, solo es esencial captar en que parte de nuestro producto un cambio lograra el mayor impacto. Aprovechar la existencia en nuestras vidas de la tecnología nos coloca ya un paso adelante en la búsqueda de la innovación, ahora solo corresponde la continuidad y habilidad individual para detectar las oportunidades de mejoría.
Así como los instrumentos informáticos son usados regularmente en nuestra profesión, las grandes ideas se encuentran también ya disponibles, la mayoría del tiempo más cerca de lo que pensamos, con la característica que están compartidas entre nosotros como integrantes del gremio contable, cada entidad o firma tiene en sus procesos una mejora o un procedimiento innovador del cual seguramente nos podemos basar para la creación en conjunto con otras ideas de un nuevo método perfeccionado. No veo nada de malo el tomar en cuenta el ingenio y creatividad de otros con el propósito de integrarlas en algo nuevo y diferente, en estos tiempos modernos, gran parte de la innovación está formada de tal manera, si no es que toda. El procurar encontrar ideas en lugar de crearlas, nos quitara un gran peso de encima y nos concede agilidad mental para accionar.
Algo a tener siempre en cuenta a la hora de innovar es que el producto a crear o mejorar debe de ser congruente con los usuarios potenciales ya existentes, contar con los canales de distribución existentes y que cubra una necesidad real. De nada o poco sirve el engendrar algo tan vanguardista, que no exista a quien ofrecer todavía, o no sea factible su distribución por algún motivo. Hay que ser realistas y enfocar los esfuerzos siempre en algo concreto y que a final de cuentas nos otorgue un beneficio profesional y signifique también un valor agregado para nuestros clientes. El innovar solo por innovar no tendría sentido.
Si la finalidad de nuestro proceso de mejora es la de encontrar el método más conveniente de logar el mayor y más raudo impacto sobre la solución de un determinado problema o la obtención de un resultado, primero es natural que debamos definir cuál es el resultado deseado, bajo esta lógica, caeremos en cuenta que durante el proceso normal de evolucionar, una de las mejores formas de detectar las áreas de oportunidad o los puntos a priorizar durante el procedimiento de modernización, resulta que los mejores colaboradores son los mismos usuarios, ya que son ellos mismos quienes van creando las necesidades de información o de atención sobre las cuales debemos concentrar los esfuerzos y logremos concebir el nuevo o mejorado proceso y/o producto. Prestando atención a las necesidades e inquietudes reales y muy frecuentemente novedosas de clientes y terceros interesados de nuestros servicios contables, es muy sencillo ubicar a donde debemos dirigir nuestra creatividad.
Otra forma de verlo es; que si buscamos o pretendemos como profesionales el llegar a un objetivo similar al que todos nuestros colegas intentan llegar, seguramente coincidiremos en algunas soluciones con muchos de ellos. Pero si desde el inicio de nuestra búsqueda en la innovación logramos encontrar un destino o meta diferente que logre la solución a las mismas situaciones, nuestra propia imaginación se encargara de mostrarnos un camino novedoso y diferente a todo lo ya creado y daremos una valía mucho más interesante a lo que ofrecemos como profesionistas.
Una vez que hemos encontrado la manera de innovar en nuestra práctica profesional, vendrá el proceso de modificación en una serie de elementos que será necesario para el cambio integral de la nueva idea, y dentro de esta serie de cambios uno de los más importantes es la de transformar la forma de pensar y de concebir lo que ofrecemos a los usuarios, ya que el convencimiento de estos es parte fundamental en la transición al nuevo esquema.
Nuestra capacidad de saber mostrar los beneficios de nuestra propuesta y lo favorable que resulta al final el tiempo y/o esfuerzo invertido, es básica para lograr su adopción de manera más eficaz. El provocar la mutación de las partes involucradas es responsabilidad nuestra, por lo que es elemental el dominar primeramente todos los aspectos de lo que se pretenda proponer, el estar convencidos nos facilitara el convencer. Es recomendable cuidar el no restringir de inicio los procedimientos o procesos actuales, sino mostrar los beneficios de las alternativas, y que el cambio se dé por convicción, el inhibir o prohibir nunca ha sido la mejor solución.
Entonces, como contadores debemos iniciar a pensar diferente para lograr cosas diferentes, algo tan sencillo pero que a nuestro gremio se le ha complicado históricamente, simplemente por la vocación de nuestra profesión y su naturaleza. Incluso los relevos generacionales cada vez son más agresivos y el entendimiento con colaboradores de distintas edades nos exige extender nuestra área de acción y modificar nuestra rutina para convivir mejor. Abramos pues nuestra mente a otros ámbitos y les aseguro que cuando consideremos nuestra percepción de otras disciplinas (poco o mucho que las dominemos) en la búsqueda de un resultado, nos vamos a sorprender en lo que otras esferas de especialidad que parecen ser tan diferentes a la nuestra, como la psicología, la ingeniera, las artes o los deportes, solo por mencionar algunas, pueden aportar a lograr el objetivo. La creatividad y el ingenio ahí están, eso no cabe duda, solo falta la voluntad de hacer uso de ellos.
“Atrapados por la realidad, liberados por la imaginación”
Nicolas Manetta