NIA 240. El fraude y las responsabilidades del auditor en la auditoria de estados financieros.
EL FRAUDE Y LAS RESPONSABILIDADES DEL AUDITOR EN LA AUDITORIA DE ESTADOS FINANCIEROS RESPECTO AL FRAUDE (NIA 240)
Autor: CPC Ma. Silvia González Banda
Fuente: IMCP (Boletín Dic/2015)
Asiste a la Convención anual IMCP:
➡ convencion.imcp.org.mx
Ante temas tan preocupantes como el fraude y la corrupción, que parecen estar presentes en diversos ámbitos como son las organizaciones públicas y privadas, y que preocupan a directivos de empresas, inversionistas, bancos, proveedores, empleados y la ciudadanía en general, cuyos efectos pueden llegar a impactar de diversas formas a todos, no puede dejarse de lado la gran responsabilidad profesional que tienen las instituciones y las personas encargadas de hacer auditoria, de establecer lineamientos y llevar a cabo su trabajo con altos estándares de calidad, de tal forma que le permitan detectar y enfrentar en su caso, situaciones de este tipo.
Al respecto, este tema aborda de manera general algunos aspectos relevantes en materia de fraude, y la responsabilidad que el auditor tiene en la auditoria de estados financieros, cuando es probable o se enfrenta a la existencia del mismo.
Concepto del fraude
La Real Academia de la Lengua Española define el fraude como el:
a) “Acto tendente a eludir una disposición legal en perjuicio del Estado de terceros”
b) “Acción contraria a la verdad y a la rectitud, que perjudica a la persona contra quien se comete”
La Association of Certified Fraud Examiners (ACFE), una de las principales entidades antifraude en el mundo, define el fraude ocupacional como:
“La utilización de la posición laboral para el enriquecimiento personal a través del uso intencionado de los recursos de la organización”.
La NIA 240 define al fraude como:
“Un acto intencionado realizado por una o más personas de la dirección, los responsables del gobierno de la entidad, los empleados o terceros, que conlleve la utilización del engaño con el fin de conseguir una ventaja injusta o ilegal”
El triángulo del Fraude
Es el modelo más aceptado en la actualidad para explicar las razones que llevan a las personas a cometer fraudes y fue desarrollado por el criminólogo estadounidense Donal R. Cressey. Esta teoría señala que son tres los factores que lo provocan:
- Motivación (incentivo-presión) Cuando la administración u otros empleados tienen un estímulo o presiones que les aportan razones justificadas para cometer fraudes.
- Poder (oportunidad) Las circunstancias que facilitan las posibilidades de perpetuar fraudes (por ejemplo la ausencia de controles, controles ineficaces, o la capacidad de la administración para abrogar los controles).
- Racionalización (actitud) La capacidad de la persona para racionalizar o justificar un acto fraudulento en total congruencia con su código de ética personal o que poseen una actitud, carácter o conjunto de valores que les permiten, consciente e intencionalmente, cometer un delito deshonesto.
Eficacia en la lucha contra el fraude
Según opinión de expertos,
“la probabilidad de que ocurra un fraude será elevada en la medida en que los tres factores de riesgo señalados en el triángulo anterior, tengan también una dimensión elevada, por lo que la forma de combatir los riesgos es reducir dichos factores, pero no de manera simultánea, ya que basta que uno de ellos no esté presente para que el riesgo no se materialice, o bien, se minimice”.
De estos tres factores el más viable a reducir es el que corresponde a la oportunidad, por ser en el que mayor capacidad de actuación tiene la organización, en tanto que los otros dos factores (motivación y racionalización) dependen en gran medida de la postura que adopten los propios individuos, con independencia de las medidas que las empresas adopten para reducirlos.
Algunos ejemplos de las circunstancias que pueden contribuir a la presencia de fraude en una organización debido a la oportunidad son:
- Estar demasiado familiarizado con las operaciones (incluyendo encubrimiento de capacidades y una posición de confianza sin ninguna clase de supervisión).
- Relación cercana con proveedores y otras personas clave.
- La rápida rotación de los empleados clave, ya sea por renuncia o despido.
- Falta de políticas de personal basadas en buenas prácticas, y procesos adicionales de escrutinio para la selección en la contratación de nuevos empleados en puestos de manejo y confianza.
- La ausencia de políticas de personal explícitas y uniformes que sean de conocimiento de todos los empleados, y que la organización aplique consistentemente.
- No se requiere que ejecutivos revelen información material e importante que impactaría las decisiones de inversionistas o posibles inversionistas.
- Una gestión deshonesta o excesivamente dominante, controlada por unos pocos.
- Operar en crisis, “apagando incendios” todo el tiempo.
- Expectativas de productividad y resultados de gestión poco realistas.
- La falta de seguridad y protección de los documentos y bienes de la compañía al interior y exterior.
- Falta de programas de formación y entrenamiento que refuercen los conceptos de ética e
integridad en todas las acciones.
Clasificación del fraude
El fraude se puede clasificar de dos formas:
a) Fraude de reporte financiero- Su característica principal es el que es realizado por la administración de la empresa para mostrar información falsa a los usuarios de
los estados financieros para lograr un propósito específico :
- Posición más favorable para la obtención de créditos o capital
- Ocultamiento de contingencias o compromisos
- Logro de metas financieras por parte de la administración para el cobro de bonos, etc.
b) Malversación de activos- Se relaciona con el uso indebido de activos por parte de empleados operativos o administrativos dentro de la empresa, realizado mediante
engaño, ocultación o violación de confianza.
Algunos datos estadísticos sobre delitos económicos en México
Según encuesta realizada por PWC en 2014, a continuación cito algunos datos estadísticos interesantes:
a) Los principales tipos de fraude reportados por los encuestadores son:
- La malversación de activos
- Sobornos y corrupción
- Fraude en adquisiciones
- Fraudes contables
b) Los delitos económicos se concentraron significativamente en tres sectores:
- Transportación y logística
- Energía y minería
- Seguros
c) El 75% de los fraudes son cometidos por defraudadores internos y el 22% por externos.
d) Los tres principales métodos de detección de fraude en las Organizaciones participantes fueron:
- Auditorías internas
- Análisis de datos
- Reporte de operaciones sospechosas
e) Los motivos para realizar un fraude son:
- Oportunidad 84%
- Racionalización 11%
- Presión 2%
- Otros 3%.
f) El perfil general de los autores del fraude interno corresponde a hombres de mediana edad (entre 30 y 50 años), con una educación universitaria o posgrado y con más de tres años en la Compañía.
NIA 240 – RESPONSABILIDADES DEL AUDITOR EN LA AUDITORIA DE EF CON RESPECTO AL FRAUDE
Alcance y requerimientos de la Norma
La Norma Internacional de Auditoria 240 (NIA 240) denominada “Responsabilidades del auditor en la auditoria de estados financieros con respecto al fraude” trata de las responsabilidades que tiene el auditor con respecto al fraude en la auditoria de estados financieros.
Asimismo, los requerimientos de esta Norma están diseñados para facilitar al auditor:
- La identificación y valoración de los riesgos de incorrección material debida a fraude
- El diseño de procedimientos destinados a detectar dicha incorrección
Características del fraude
Según se establece en la Norma en este apartado, es importante resaltar los puntos siguientes:
- Las incorrecciones en los estados financieros pueden deberse a fraude o error.
- El factor que distingue uno del otro, es que la acción subyacente que da lugar a la incorrección de los estados financieros sea o no intencionada.
- Aunque “Fraude” es un concepto jurídico amplio, para los efectos de las NIA al auditor le concierne el fraude que da lugar a incorrecciones materiales en los estados financieros.
- Para el auditor son relevantes dos tipos de incorrecciones intencionadas: las incorrecciones debidas a información financiera fraudulenta y las debidas a una apropiación indebida de activos.
- Aunque el auditor puede tener indicios o, en casos excepcionales, identificar la existencia de fraude, el auditor no determina si se ha producido efectivamente un fraude desde un punto de vista legal.
Responsabilidades en relación con la prevención y detección del fraude
A manera de ejemplo se relacionan las siguientes:
El gobierno de la entidad y la dirección son los principales responsables de:
a) El control interno de la entidad y de la preparación de estados financieros.
b) La valoración que la propia dirección hace del riesgo del fraude, así como de los controles que se han establecido para prevenirlo y detectarlo.
c) Supervisar los sistemas de la entidad destinados al seguimiento de riesgos, el control financiero y el cumplimiento de la normativa legal.
El auditor que realiza una auditoria de conformidad con las NIA, es responsable de:
a) La obtención de una seguridad razonable de que los estados financieros considerados en su conjunto están libres de incorrecciones materiales debidas a fraude o error.
b) Mantener una actitud de escepticismo profesional durante toda la auditoria, teniendo en cuenta la posibilidad de que la dirección eluda los controles y reconociendo el hecho de que los procedimientos de auditoria que son eficaces para la detección de errores pueden no serlo para la detección del fraude. Al respecto cabe recordar que mantener el escepticismo profesional requiere cuestionarse continuamente si la información y la evidencia de auditoría obtenidas indican que puede existir una incorrección material debida a fraude.
c) Planear y diseñar sus procedimientos de auditoría para detectar riesgos de incorrección (error) material en los estados financieros y responder adecuadamente (desarrollar procedimientos de auditoría) para cubrir dichos riesgos
Anexos de apoyo
Es importante considerar que forman parte de esta NIA los siguientes anexos, mismos que proporcionan diversos ejemplos que sirven de orientación y apoyo para identificar: a) factores de riesgo de fraude, b) circunstancias que indican su posible existencia y c) posibles procedimientos de auditoria que pudieran ser aplicados dependiendo de cada circunstancia en particular:
- Anexo 1 Ejemplos de factores de riesgo de fraude.
- Anexo 2 Ejemplos de posibles procedimientos de auditoria para responder a los riesgos valorados de incorrección material debida a fraude.
- Anexo 3 Ejemplos de circunstancias que indican la posibilidad de fraude.
Conclusión:
De acuerdo con la NIA 200, el objetivo de una auditoria es aumentar el grado de confianza de los usuarios en los estados financieros, lo que se logra mediante la expresión, por parte del auditor, de una opinión sobre si los estados financieros han sido preparados en todos los aspectos materiales, de conformidad con un marco de información financiera aplicable.
Por lo tanto no es objetivo de una auditoria de estados financieros la detección de fraudes, lo que no impide que pueda haberlos, sin embargo sí es su responsabilidad la planificación de la auditoria con el fin de que la misma sea realizada de manera eficaz y lo es también la observancia y aplicación de las NIA en su conjunto, de la norma de control de calidad, de la ética y del escepticismo profesional, lo que le permitirá responder adecuadamente al fraude o a los indicios del mismo, en caso de haber sido identificados.
Fuente:
- Normas de Auditoria para Atestiguar Revisión y otros servicios relacionados (IMCP)
- Diccionario de la Real Academia Española
- Encuesta sobre delitos económicos 2014-Suplemento México (PWC)
- Diversos artículos sobre temas de fraude publicados por AUDITOOL, varios autores
*****