La nueva realidad de las pensiones en México. Definitivamente debes estar enterado de esto y compartir !!






La nueva realidad de las pensiones en México

 

 

LFC. Martin Alonso Angulo Palazuelos

• Socio ISCP.

• Integrante de CROSS Nacional y Región Noroeste.


La pensión por cesantía en edad avanzada y vejez, es un beneficio económico que se le otorga a los trabajadores a partir de que llegan a la edad de 60 años, con la intención de que puedan mantener, en cierta medida, su calidad de vida, promoviendo de esta manera, que los años posteriores a la “vida productiva” sean disfrutados con dignidad, pero en el caso de todas aquellas personas nacidas después de 1981, que se ven afectadas por la reforma a la ley del seguro social de 1997, la realidad a la que tienen que enfrentarse, es muy diferente.

El gobierno ha establecido diversas reformas en el último sexenio (2018 – 2024), que buscan mejorar las condiciones en materia de pensiones, sin embargo, el contexto nacional y global genera una situación, que de no prever, puede mermar en gran medida el desarrollo de los últimos años de la vida de los mexicanos.



Previo a 1997, los trabajadores se encontraban sujetos al sistema de jubilación de la ley 1973, el cual era un sistema “solidario”, en el cual los factores para determinar el monto de tu pensión consistían en el número de semanas cotizadas ante el Instituto, el salario promedio con el que estuvieras registrado en las últimas 250 semanas previas a la edad de pensionarse y el número de beneficiarios que tuvieras, entendiéndose por beneficiario, cónyuge o concubino, hijos menores de 25 años que se encontraran estudiando en instituciones avaladas por la SEP o que tuvieran algún impedimento para valerse por sí mismos, sin importar la edad, o en su caso de no contar con hijos y/o cónyuge, los padres.

Este sistema permitía que con una adecuada planeación y el correcto registro ante el Instituto de la antigüedad laboral y el salario base de cotización, un trabajador pudiera retirarse recibiendo cantidades económicas muy cercanas a lo que se percibía al final de la vida productiva, generando que se mantuviera la capacidad adquisitiva y que el desarrollo personal del trabajador y sus beneficiarios, no se viera afectado.

Existen diversos factores que influyeron en la reforma de 1997 en materia de pensiones, primeramente, la expectativa de vida de un ciudadano mexicano en promedio en 1973, era de 62 años, mientras que en 1997, año en que entra en vigor la reforma, la expectativa promedio rondaba los 72 años, generando el primer motivo del cambio, el tiempo que se estimaba para otorgar la pensión a los trabajadores tuvo un aumento significativo, lo que representa un incremento en el desembolso de recursos que realizaba el Instituto.

Otra de las razones que se expresaron por parte del gobierno para la modificación al sistema de pensiones fue la advertencia sobre probables problemas financieros para el futuro del Instituto y la intención de solidificar al mismo como un órgano fiscal autónomo y darle un equilibrio económico.

Estos cambios en la ley generaron que el sistema solidario de pensiones dejara de existir y se creara un sistema de cuentas individuales administradas por las AFORES, el sistema de cuentas individuales no está diseñado en función al salario, como el sistema solidario, sino que es en función al ahorro que el trabajador va generando a través de la cotización, mismo que es depositado en las cuentas individuales, esta situación afecta particularmente al trabajador en el monto de su pensión, ya que en el sistema solidario de la ley 1973, se promediaban las últimas 250 semanas las cuales comúnmente son semanas que un trabajador cotiza un salario más elevado en comparación a un trabajador joven.

Adicional a este cambio también se realizó un aumento en las semanas de cotización mínimas para obtener una pensión, pasando de 500 semanas a 1,250 semanas, un incremento de 15 años laborados. Estos cambios generaron incertidumbre en la vida de los trabajadores ya que todos aquellos que empezaron a cotizar posterior a 1997, tendrían que utilizar este sistema, el cual te otorga, en promedio, entre el 25% y el 27% de tu último salario, mientras que la ley de 1973 pretendía otorgar el último salario que el trabajador percibe de manera íntegra.

Esto generó que todos aquellos que hubieran nacido después de 1981, empezaran a buscar alternativas de ahorro para lograr satisfacer las necesidades económicas que en un futuro se presentaran. Aunado a las modificaciones en la legislación en materia de pensiones, otros de los motivos por los cuales los trabajadores se ven en la necesidad de encontrar alternativas para mejorar el monto de pensión que recibirán al final de las actividades laborales, recaen en temas sociológicos.

En años pasados, los satisfactores necesarios en el día a día no eran tan extensos, la globalización y el desarrollo de nuevas tecnologías constantemente exigen a la sociedad humana a actualizarse y se ha creado una cultura de consumo que llega a niveles de exigencia económica demasiado elevados y con incrementos acelerados, lo cual indica que éstos satisfactores irán aumentando, tanto en cantidad como en precio por lo que es de suma importancia contar con los recursos económicos para solventarlos.

Esto se suma al problema de la pérdida de poder adquisitivo entre los mexicanos, según datos de la facultad de economía de la Universidad Nacional Autónoma de México (UNAM), en los últimos 30 años, el poder adquisitivo ha disminuido en un 80%, Según datos del INEGI a 2022, existen 31.2 millones de jóvenes entre 15 y 29 años, solo el 34% cuenta con Licenciatura, alrededor de 16 millones son económicamente activos y 70% de ellos no gana más de 6 mil pesos mensuales.

Según la Organización Internacional de Trabajo, 21.6% de jóvenes se encuentra sin trabajo. La situación económica post pandemia también generó un panorama alarmante, creando un alza en los precios de manera significativa, entre 2019 y 2023, el costo promedio de un automóvil en México aumento un 49% y los incrementos en precios de vivienda de igual manera rondan el 40%, lo que complica cada vez más la situación para la sociedad.

Los trabajadores jóvenes, aquellos a los cuales les afectan directamente estos cambios, no han despertado ante la situación con la urgencia que se necesita para afrontar el futuro, estudios nacionales han demostrado que los jóvenes se preocupan actualmente por satisfacer necesidades inmediatas que en su mayoría no tienen un impacto en el aumento a su calidad de vida a largo plazo.

El 52% de los jóvenes no ahorran actualmente y a 2022, solo el 30% de los trabajadores menores de 29 años están registrados en el Instituto Mexicano del Seguro Social. De acuerdo con el estudio El gran desgaste: Renuncia en México, al menos cuatro de cada 10 trabajadores en nuestro país barajan la opción de dejar su empleo en los próximos seis meses. (2022)

Entre los hallazgos presentados, destaca que aún entre la población que reporta un nivel alto de satisfacción con su empleo actual, el 32% ha pensado en renunciar, esta proporción se eleva hasta 63% entre quienes pueden considerarse neutrales en cuanto a satisfacción laboral, lo que genera que muchos consideren dejar sus trabajos en búsqueda de realización interna.

La falta de satisfacción personal, el aumento en los precios, la cultura de consumo y las reformas en materia de pensión son elementos que demuestran que el futuro económico de los jóvenes en México presentará adversidades.

A lo largo de estos últimos años, el gobierno ha detectado estas dificultades y ha realizado reformas a favor de los trabajadores, en 2020, entró en vigor primera reforma en materia de pensiones del sexenio, donde se aumentaron las aportaciones patronales de 5% a 13%, así como la disminución del mínimo de semanas cotizadas para acceder a una pensión de 1,250 semanas cotizadas a 750 semanas, aumentando 25 semanas cada año hasta llegar a 2031 con un mínimo de 1,000 semanas para tener derecho a la pensión mínima garantizada.

Esta modificación vino después de observar que, de acuerdo con cifras de la CONSAR, únicamente el 25% de los trabajadores cotizantes tendrían la posibilidad de obtener una pensión. Otra de las consideraciones fue el aumento de la tasa de reemplazo de un aproximado al 25% al 60%, lo cual mejora notoriamente los beneficios para los trabajadores.

En 2024 se reformó nuevamente el sistema de pensiones en México, creando el “Fondo de Pensiones para el Bienestar”, el cual busca mejorar las pensiones para los trabajadores, otorgando el 100% del último salario que se haya percibido, complementando las pensiones cuando el monto determinado de la misma no llegara a igualar al último salario del trabajador, siempre y cuando este monto no supere el promedio de cotización en el Instituto, que para este ejercicio 2024 es de $16,777 pesos mexicanos.

Aún cuando se están realizando cambios en la legislación mexicana, buscando el bienestar de los ciudadanos, es verdad que el sector al cual se beneficia es aquel de menor poder adquisitivo, dejando a los trabajadores que perciben por encima del promedio de cotización ante el Instituto en las mismas condiciones que se encontraban previo a las reformas.

Esta situación ha llevado a la búsqueda de alternativas en ahorro e inversión, con la finalidad de mantener el poder adquisitivo y nivel económico en la recta final de la vida. Algunas opciones son seguros de vida privados, seguros de ahorro, planes personales de retiro, inversión en activos fijos, aportaciones adicionales al AFORE, etc.

Estas alternativas buscan complementar los montos otorgados por concepto de pensión que se obtendrán de las cuentas individuales en AFORE de cada uno de los trabajadores al final de la vida productiva, sin embargo, es importante enfatizar lo crucial de una buena educación financiera, el desarrollo tecnológico y social de las comunidades ha empujado a las personas a priorizar los satisfactores inmediatos, sin tomar en cuenta la gran cantidad de necesidades que se manifiestan en el futuro.

Estamos ante la última generación que tendrá la posibilidad de pensionarse con la modalidad de la Ley 1973, quienes en caso de haber planeado correctamente, gozarán de una pensión satisfactoria, más adelante, será notoria la disminución en el poder adquisitivo de los adultos mayores, y el efecto que esto tendrá en la sociedad, el desarrollo personal, familiar y profesional de las personas sufrirá modificaciones visibles, por lo que es de suma importancia generar una cultura de educación financiera entre los trabajadores, priorizando siempre, mantener la calidad de vida hoy, como en el futuro.


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