La planeación de las utilidades de una empresa en el entorno económico actual y con la dinámica de globalización en la que vivimos, es todo un reto; sin embargo, es necesario hacerlo si queremos ser competitivos. Para lograr esto en tu empresa, requieres tener un pleno y profundo conocimiento de ella y de su entorno, de su fuerza productiva, de los productos y servicios que ofreces y que ofrece la competencia, de los ciclos económicos, de las obligaciones fiscales que debes cumplir y de todas aquellas obligaciones legales que directa e indirectamente se relacionan con la actividad que tu empresa desempeña.
Para realizar una planeación fiscal adecuada es necesario evaluar en qué nivel de cumplimiento te encuentras actualmente: ¿cumples en tiempo y forma con las obligaciones fiscales? ¿Puedes mejorar esta situación?, hay que analizar nuestro historial desde meses atrás para verificar que tan eficiente es la empresa en la declaración y el pago de impuestos.
Uno de los principales conceptos que disminuyen las utilidades y que conforman el Estado de Resultados, y en algunos casos el más importante, es el referente a las cargas directas como el Impuesto Sobre la Renta y la Participación de los Trabajadores en las Utilidades (este último concepto, aunque no es un impuesto propiamente dicho, generalmente se le trata como tal, aun cuando actualmente tiene un efecto de disminución de la base del ISR). El flujo de caja debe cuidarse, ya que es primordial para el buen funcionamiento de cualquier empresa, y se ve afectado, tanto por las cargas ya citadas, como también por el pago de los impuestos indirectos, como son el Impuesto al Valor Agregado e Impuesto Especial Sobre Producción y Servicios, así como por las retenciones que de estos se pueden llegar a realizar. A través de la planeación es posible detectar oportunidades para disminuir el impacto que tienen las obligaciones fiscales en las operaciones del negocio, por lo cual es recomendable hacer un análisis profesional y a detalle.
Es importante resaltar que la planeación en sí misma no implica un riesgo, sino que lo evita, ya que da seguridad jurídica al fijar el rumbo con certidumbre. La planeación fiscal, (siempre que sea responsable y libre de simulación, defraudación y evasión) es una herramienta que las empresas pequeñas, medianas y grandes familiar o no, deben implementar si desean ser competitivas.
Resulta evidente ahora, que existe un campo de oportunidad poco explotado para buscar la mejor forma de hacer negocios: la planeación fiscal. Se deben analizar las mejores opciones que las leyes ofrecen, con la finalidad de seleccionar la que represente el menor impacto fiscal; eso se traducirá en mayores utilidades y por lo tanto en una mejora del flujo de efectivo. De esta forma se puede evitar la sentencia de Jean-Babtiste Colbert, que dice:
«El arte de los impuestos consiste en desplumar el ganso de forma que se obtenga la mayor cantidad de plumas con la menor cantidad de protestas.»
El Control Fiscal.
La planeación y el control fiscal no pueden corregir el pasado, pero pueden prevenir el futuro. Desde mi punto de vista el proceso del control fiscal inicia cuando la empresa está formulando su presupuesto del año siguiente o su plan estratégico de largo plazo, ya que el cálculo de los impuestos en estos procesos no debe de realizarse solo aplicando la tasa corporativa de ISR del 30% y el 10% para la PTU, que si bien todos sabemos que estas son las tasas establecidas en las leyes correspondientes, también estamos concientes de que existe una discrepancia entre la contabilidad financiera y la fiscal, por lo que se deben presupuestar los diferentes efectos que tiene un manejo distinto, como son las depreciaciones contables y fiscales, los anticipos de clientes a recibir, los costos y gastos que no son deducibles en el año en que se generan sino en el año en que se pagan como son: las rentas a personas físicas, pagos a sociedades civiles, los anticipos de ciertos gastos o compras, así como aquellas partidas que son deducciones contables pero no fiscales y viceversa, también se debe de estimar cuales serán los pagos provisionales. Todo esto ayudará a que la dirección tenga una visión clara del impacto de los impuestos tanto en los resultados netos, como en el flujo de efectivo y, de esta forma, se cuente con elementos confiables para la mejor toma de decisiones en la planeación financiera.
El siguiente paso de este proceso es el seguimiento periódico (mensual es lo más conveniente) del resultado real de los impuestos, conciliando los resultados contables contra los resultados fiscales, tanto para el ISR, como para IVA y la PTU. Se podrán establecer diferentes puntos de control como son, revisar lo planeado contra lo real y, en su caso, tomar medidas correctivas necesarias.
Adicionalmente, se debe vigilar el que la empresa no realice pagos provisionales en exceso al resultado esperado, ya que de esta forma se estará preparado para que con anticipación se realice la solicitud de autorización de reducción de pagos provisionales. Tambien se debe controlar mes a mes el renglón del ISR causado, esto permitirá que al final del ejercicio no aparezcan sorpresas desagradables para la dirección, y también que la formulación de las declaraciones anuales sea más sencilla. Recuerda: si prevenimos, conocemos el impacto fiscal, detectamos las partidas que nos originan la mayor parte de los impuestos, disminuimos el riesgo y, por consiguiente, obtenemos mayores utilidades y un mejor flujo de efectivo.
Un esquema óptimo, puede ser aquél que plantea la posibilidad de programar la causación de los impuestos que implican flujo de efectivo, como es el Impuesto al Valor Agregado, dirigiendo en dicho caso el objetivo de la estrategia a la obtención de los recursos de la empresa y la correcta inversión de los mismos, considerando los requisitos y plazos establecidos por la ley, con el fin de obtener el acreditamiento necesario para evitar el pago de dicho impuesto y, más aún, con la posibilidad de obtener saldo a favor del mismo, coadyuvando a generar flujo adicional a la empresa. Esto se logra con una simple planeación de flujos, cuyo objetivo primordial no es la reducción del pago de impuestos, sino armonizar los ingresos con las erogaciones inherentes de la empresa, por ejemplo, el pago de proveedores, gastos fijos, inversiones, etc. Esta simple toma de decisiones puede considerarse como una planeación fiscal efectiva y que no conlleva ningún riesgo
El control total y oportuno de las retenciones de impuestos, como son el ISR de los sueldos y salarios, de pagos de honorarios y arrendamientos a personas físicas, pagos a extranjeros, así como retenciones y pagos del IVA y los pagos IEPS, es otro aspecto que se tiene que cuidar, debiendo implementarse los controles internos necesarios para su debido cumplimiento, y así evitar requerimientos por parte de las autoridades que generen costos adicionales, como son las multas, recargos y actualizaciones del propio impuesto.
El establecimiento de calendarios de obligaciones fiscales es una parte muy importante de este proceso, ya que mediante estos se puede ir dando seguimiento puntual a cada una de las obligaciones a cumplir, tales como la expedición de comprobantes, contabilidad electrónica, las declaraciones mensuales, informativas, anuales y diversos avisos formales que de acuerdo a las características y actos que realice cada empresa se tengan que cumplir, debiendo incorporarse las nuevas obligaciones de fondo y forma que surjan durante al año fiscal.
La revisión de los saldos de las cuentas contables de impuestos por pagar es imprescindible, ya que de esta forma estaremos seguros de que lo que estamos pagando es lo correcto; asimismo, se debe tener un control de las cuentas CUFIN (cuenta de utilidad fiscal neta) y CUCA (cuenta de capital de aportación actualizado), debiendo estar actualizadas para determinar los pagos de impuestos cuando se decreten dividendos o se realice una reducción de capital, inclusive para cuando se tenga que determinar el costo fiscal de las acciones de la propia empresa.
Es muy importante también tomar en consideración que el expediente fiscal y documental de las operaciones, es de igual manera un aspecto fundamental al que se le debe poner especial atención y cuidado, ya que cuando la autoridad fiscal lleve a cabo alguna revisión, la empresa debe estar en posibilidad de entregar toda la información que se le solicite, siendo entre otras: las declaraciones, pólizas, contratos, facturas, pedidos, actas y la evidencia del servicio u operación realizada, así como el soporte de que ésta tiene una razón de negocios para la empresa. En ciertos casos, puede llegar a suceder que una operación se haya realizado correctamente, pero sí en el momento en que la autoridad, en el uso de sus facultades de comprobación, solicite información, y no se cuente con los soportes documentales o evidencia del servicio recibido, o bien el proveedor se encuentra en la lista del 69-B de CFF, se podrán generar créditos fiscales que tendrían que liquidarse o, en su defecto, acudir a los medios de defensa con los consecuentes gastos de efectivo innecesarios.
También se recomienda revisar si se cuenta con saldos a favor de impuestos o importes pagados indebidamente, con objeto de solicitar su devolución o efectuar su compensación, de igual forma, es de suma importancia verificar si la empresa es susceptible de obtener algún estímulo o beneficio de los previstos en las disposiciones fiscales, tal y como puede ser, por ejemplo, el crédito por consumo de diésel etc.
Otro tema de gran relevancia es la preparación y capacitación para el personal del área de contabilidad en la materia fiscal, es una parte importante para tener un buen control para mitigar los riesgos por errores o incumplimientos fiscales; ya que ésta debe ser diaria, en virtud de que las disposiciones fiscales están cambiando constantemente, ya sea por modificaciones de ley, decretos del ejecutivo, por la miscelánea fiscal y sus constantes adecuaciones, o bien por la emisión de los criterios del SAT. De esta manera, es aconsejable revisar continuamente el Diario Oficial de la Federación y la página del Servicio de Administración Tributaria, con el fin de implementar los cambios surgidos de dichas modificaciones, así como asistir a cursos especializados en esta materia.
El tener una base sólida de control sobre los impuestos le permite a una empresa poder tomar mejores y más oportunas decisiones en el proceso de su planeación estratégica, y así tener una ventaja competitiva. De igual forma, puede ser una herramienta indispensable para que tu empresa se mantenga como negocio en marcha y tenga sustentabilidad económica.
De todo lo anterior, podemos concluir que la planeación fiscal consiste en un medio de control y organización integral de la empresa, la cual permite obtener un nivel óptimo de desarrollo para efectos fiscales y financieros, cuya finalidad consiste principalmente en evitar riesgos y contingencias futuras, lo cual se verá reflejado en la competitividad de la empresa y en su situación financiera.
Por ello, toda decisión e implementación de algún plan estratégico para el desarrollo de la empresa tanto pequeña, mediana o grande, debe comenzar con el análisis de todas las obligaciones fiscales, así como el manejo de sus flujos de efectivo en cada uno de los rubros mencionados con anterioridad, con la finalidad de evaluar qué necesidades existen en cada una de las áreas, y así poder identificar cuál será el plan idóneo para atender sus necesidades diseñando “el traje a la medida” que permita obtener siempre los mejores resultados, en estricto apego a las disposiciones fiscales vigentes que le sean aplicables. Todo esto, tomando siempre en consideración que la mejor decisión se verá soportada en los beneficios que las mismas legislaciones así lo permitan, así como en la capacidad del personal especializado de la empresa en poder aprovecharlas.
Es importante no correr riesgos innecesarios, ya que el costo es alto. Siempre y en todo momento se debe buscar contar con los elementos y la asesoría de un especialista en la materia, para así tener una mayor seguridad y certeza jurídica y, por consecuencia, tranquilidad fiscal y financiera.
Inicia con tu proceso de planeación integral e implementa de manera profesional y organizada la planeación financiera y fiscal de tu empresa, capacitando al personal, y monitorear de manera permanente los resultados, para así lograr optimizar de manera legal tu carga fiscal.
En muy importante tener en cuenta que toda planificación que se realice debe estar diseñada con un diseño exclusivo para cada empresa, dependiendo de la estructura empresarial con la que este cuente.
No existen soluciones en paquete. Esto no es una receta mágica, sino que se trata de una estrategia proveniente de un proceso de estudio previo, donde una estrategia definida para una empresa seguramente no dará el mismo resultado o no será de utilidad para otra.
La planificación fiscal es un proceso que consta de 5 etapas las cuales son llevadas a cabo por un equipo multidisciplinario de profesionistas expertos en el tema.
1- Análisis
Este es el punto de partida en el cual realizar la planificación, ya que aquí se determinan las características puntuales de la empresa, su funcionamiento, el flujo de ingresos, giros y beneficios aplicables, entre otros temas.
2- Diagnostico
Luego del análisis inicial, se observan los elementos que haya arrojado el mismo para determinar las posibles estrategias y escenarios a los cuales nos enfrentaremos.
3- Selección de alternativas
Se realiza un análisis entre las diferentes estrategias planteadas para elegir las más eficientes y determinar los pasos a seguir, junto con los tiempos de implementación.
4- Implementación
Una vez que se ha llegado a un acuerdo sobre el camino a seguir, se deben llevar a cabo conforme fueron planeados los pasos e implementar los controles adecuados de las decisiones tomadas.
5- Mantenimiento
Finalmente, se realiza un seguimiento exhaustivo de la estrategia, principalmente ante el surgimiento de nuevas leyes, disposiciones, políticas o normas que hagan peligrar la estrategia, para estar atento y adecuarla rápido y en su caso hacer los cambios necesarios, para estar siempre de acuerdo con el marco legal.
Cualquier estrategia que se aplique, sin importar cual sea, no será de modo permanente, por lo que es necesario darle un seguimiento continuo a la misma, e ir adaptándose rápidamente a los cambios del entorno. Ten presente lo que señala Benjamín Carson:
Niños Héroes 2971 | Col. Jardines del Bosque | 044520 | Guadalajara, Jalisco México
Buenísimo pero necesito saber mas conocer y que planes puedo aplicar en mi trabajo
EXCELENTE APORTACIÓN MAESTRO, GRACIAS POR COMPARTIR CON NOSOTROS, SALUDOS Y FELIZ AÑO 2020.
Agradezco Valioso Aporte
cual es la planecion fiscal para 2020