Prosperidad sostenible: Cómo las empresas construyen un futuro mejor

Empresas sostenibles, una reflexión


Introducción

Las empresas forman parte de los actores económicos que producen bienes y servicios, ofrecen empleos, impulsan la innovación y el desarrollo regional, a partir de capitales privados que invierten en la construcción, operación, distribución y satisfacción de necesidades comunitarias.

La combinación de distintas empresas da a cada región su perfil de desarrollo económico generando riqueza con actividades primarias, industriales o de servicios, impactando con ello la calidad de vida de las comunidades. A partir de lo cual, se mide el desarrollo regional por el Producto Nacional Bruto que generan en relación con la región su crecimiento, tipo de cambio y población (World Bank Data Team, 2019).

Sin embargo, el papel de las empresas es más que un número, impacta el desarrollo económico desde el desarrollo humano, desarrollo social, desarrollo sustentable, desarrollo integral y ecodesarrollo.



De esta manera las empresas además de satisfacer necesidades y dotar de fuentes de producción, provoca cambios en la estructura social e ideológica de la comunidad, estimula el crecimiento económico y crea desarrollo humano. (Márquez Ortíz, Cuétara Sánchez, Cartay Angulo, 4 Labarca Ferrer, 2020).

Las empresas adquieren una dimensión como sistema dinámico destacando como protagonistas económicos que enfrentan distintos retos para sobrevivir y lograr sus metas y objetivos, a la vez que impulsan el desarrollo humano, desarrollo social y el desarrollo sustentable.

Queda claro que el progreso económico y de bienestar van unidos a un Desarrollo Sostenible que pareciera estar de moda, sin embargo, su presencia y efectos estuvieron por mucho tiempo como costos ocultos empresariales. Así, la operación empresarial es controlada y estudiada por sus posibilidades económicas y de mercado, perdiendo de vista la valuación de aspectos humanos y naturales.

No obstante, estos aspectos surgen en la ruta operativa que amplía el paradigma empresarial, sumando valores y creencias en una estructura de progreso económico y humano, junto con el bienestar, derechos humanos y racionalidad del uso de recursos (Galarza, 2021; Molerio Pérez, Otero Ramos, 6 Nieves Achón, 2007).

El éxito empresarial suma la rentabilidad, la generación de riqueza, el desarrollo humano laboral y comunitario y la conservación de los recursos naturales, con el sello de Desarrollo Regional sostenible.

Estrategia Empresarial e Indicadores

Dentro de las estrategias empresariales de operación, el aprovechamiento de sus recursos es vital, teniendo como pautas de calidad la reducción de desperdicios y el incremento de valor agregado.

Una empresa inteligente da seguimiento a sus resultados, a través de un modelo a la medida de indicadores como puntos de referencia de rendimiento, aceptando que “sólo se puede mejorar aquello que puede medirse” (Salgueiro, 2001, pág. 2).

Los indicadores dependen de la habilidad de la dirección para identificar patrones o medidas de evaluación y establecerlos.

Un indicador empresarial eficiente es objetivo, simple, fácil de situar, ubicado en el tiempo, pertinente y adecuado a la actividad y objetivos de la empresa. Por ejemplo: la satisfacción de los clientes, la motivación del personal, tiempo de respuesta, etc. Su medida en dinero, tiempo, veces, materiales surge de una relación matemática entre recursos invertidos, conceptos relacionados, y tiempo en una actividad específica (Salgueiro, 2001).

Así la estrategia empresaria inteligente no requiere de presiones para atender su efecto en el desarrollo humano, social y ambiental, este surge de manera natural. Siendo factible se incorporen en el patrón de indicadores de la empresa y por lo tanto en los sistemas de información financieros y operativos empresariales.

La preocupación por atender es entonces, el desarrollo y evolución de la empresa hacia un modelo inteligente que aporte el desarrollo económico, regional, humano y sostenible -ambiental-.

Concepto Sostenible Empresarial

El discurso común, es que la sostenibilidad empresarial y nacional, se logra atendiendo la ruta de los Objetivos de Desarrollo Sostenible de la ONU (CEPAL, 2023). Cuyos ODS aclaran los focos de atención del desarrollo económico, humano y natural, en metas e indicadores. Un estadístico de indicadores de avance en los ODS y por lo tanto de la Sostenibilidad se presenta en el gráfico 1.

Gráfico 1 Tendencia indicadores de sostenibilidad ODS, 2023.

Como se distingue en el gráfico, la tendencia de indicadores factibles por alcanzar al 2030 es baja, con un valor promedio de logro de 3 indicadores por ODS y una relación promedio entre indicadores propuestos e indicadores factibles del 25%. Esta tendencia de cumplimiento de los ODS deja el concepto de sistenibilidad de la Agenda con baja aceptación.

Por su parte la sostenibilidad ambiental de las empresas se ha cuestionado por el impacto negativo en el ambiente, el consumo irracional de recursos naturales, el efecto de desequilibrio y desforestación de los ecosistemas, la generación de residuos sólidos, líquidos y tóxicos, las emisiones al ambiente, descargas de aguas residuales y la suma de ellos en el incremento del calentamiento global.

Por el lado positivo la sostenibilidad empresarial, se ve con otra óptica en la cual las empresas son generadoras de desarrollo económico, humano y crecimiento regional. Por lo cual su sostenibilidad es la posibilidad de continuar operando.

En la tabla 1. se analiza cómo participan las empresas en la sostenibilidad de la agenda 2030.

Como se distingue en la tabla se tienen dos tipos de decisiones de participación en la sostenibilidad 2030 por parte de las empresas, dos de ellas forman parte de las decisiones de gestión como parte de la estrategia empresarial y son la oferta de trabajo decente y con ello la aportación de recursos circulantes que impulsan el crecimiento económico regional; y la decisión del proceso productivo con procedimientos racionales de control de uso de recursos, disminución de residuos, y aportación de valor agregado con la visión de un mercado consumidor abierto a propuestas legítimas.

Y de forma indirecta, dentro del marco de la política económica del país la posibilidad de desarrollo e innovación tecnológica, sobre una estructura resiliente, acompañada de bienestar, la cosecha del desarrollo humano como elemento dinamizador de la innovación en cada región, y el acceso a tecnologías verdes.

Otro objetivo es la construcción de ciudades y comunidades sostenibles que implica un diseño urbano y de infraestructura que distinga espacios de producción, comunitarios, de vivienda y educación, en lo cual las empresas contribuyen en su localización de planta y logística de abastecimiento y distribución.

Conclusiones

La sostenibilidad empresarial ha sido un factor oculto en la operación de las empresas. El desarrollo económico, empresarial, humano y ambiental van de la mano en empresas inteligentes. Los indicadores de gestión empresarial son el parámetro o medida de control del rendimiento empresarial, cuyo establecimiento depende de la capacidad de la dirección.

La estrategia de información empresarial depende de la determinación de los indicadores y objetivación de ellos. El concepto de empresas sostenibles tiene dos caras de interpretación: la relacionada con su posibilidad de continuar trabajando y la unida a metas de la Agenda de Sostenibilidad 2030.


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