Las 13 frases de Paul Graham que te ayudarán a tener una empresa exitosa.
Visto primero en: IMCP-GDL
El tener un negocio propio nos brinda la posibilidad de llegar a ganar nuestra independencia económica y posiblemente si lo hacemos bien mucho dinero, además de ser nuestro propio jefe, de tener tiempo libre, de tener libertad de horario y principalmente de poder utilizar todo nuestro potencial, de aprender muchas cosas. Por lo anterior queremos compartir para este puente este pequeña reflexión esperando lo ayude a tomar una decisión más efectiva en caso de que quieran iniciar un negocio.
Mi empresa exitosa
Muchas personas tienen la inquietud por iniciar un negocio. Algunas creen que su única alternativa es iniciar su propia empresa, ya que la situación económica o el estado de desempleo no les deja otra alternativa; hay quienes tienen una magnífica idea o producto y les gustaría emprender su negocio; también están aquellos que no se sienten conformes con su actual empleo o jefe y piensan que podrían hacer mejor trabajo por su lado.
Pero cualquiera que sea su razón o motivación para iniciar un negocio, hay ciertos pasos que deberían seguir: Primero y muy importante es que entiendan y aprendan qué es una empresa con todos sus componentes así como las ventajas y desventajas de ser empresario y los trámites a seguir.
A continuación te damos a conocer las 13 frases que Paul Graham diría a un emprendedor que merece ser tomado en cuenta:
- Elige unos buenos co-fundadores: Para una empresa son lo mismo que lo que la localización es para un bien inmueble. Puedes cambiar cualquier cosa de una casa, excepto dónde está ubicada. En una empresa que empieza puedes cambiar tu idea fácilmente, pero cambiar a los fundadores es duro. Y el éxito de una empresa depende casi siempre de sus fundadores.
- Lanza rápido: La razón de empezar rápido no es tanto porque sea crítico tener pronto el producto en el mercado, sino porque realmente no has empezado a trabajar en él hasta que lo has lanzado. Al lanzar aprendes de verdad lo que deberías haber estado construyendo, hasta que no sabes eso has estado desperdiciando el tiempo. El principal valor de cualquier cosa que lances es que es un pretexto para implicar usuarios.
- Deja que tu idea evolucione: Esta es la segunda parte de lanzar rápido. Lanza rápido y modifica. Es un gran error tratar una empresa como si fuera meramente un asunto de poner en marcha una idea inicial brillante. Al igual que cuando escribes, muchas de las ideas aparecen durante la puesta en marcha.
- Entiende a tus usuarios: Puedes visualizar la riqueza creada por una empresa que empieza como un rectángulo. Donde un lado es el número de usuarios y el otro es cuánto estás mejorando sus vidas. Esta segunda dimensión es sobre la que tienes mayor control. Y además, el crecimiento de la primera estará determinado por cómo lo haces de bien en la segunda. Como en una ciencia la parte dura no es responder preguntas, sino hacerlas: la parte dura es ver algo nuevo que los usuarios no tienen.Cuanto mejor los entiendas, más probabilidades tienes de conseguir esto. Por eso tantas empresas exitosas hacen algo que sus fundadores necesitaban.
- Mejor hacer que unos pocos te quieran a hacer a muchos ambivalentes: De manera ideal vas a querer que mucha gente te ame, pero no puedes esperar eso a la primera. Inicialmente tendrás que elegir entre satisfacer todas las necesidades de un subgrupo de usuarios potenciales o satisfacer un subgrupo de necesidades de todos los usuarios potenciales. Escoge lo primero. Es más fácil expandirse en número de usuarios que en satisfacción. Y quizá lo que es más importante, es más difícil mentirte a ti mismo. Si piensas que estás a un 85% de hacer un gran producto, ¿cómo sabes que realmente no estás a un 70% o un 10%? Por el contrario es mucho más fácil saber cuántos usuarios tienes.
- Ofrece un servicio al cliente sorprendentemente bueno: Muchas de las compañías con las que tratan los clientes son casi monopolios, que funcionan con un servicio al cliente atroz. Tus propias ideas sobre lo que es posible han sido inconscientemente rebajadas por tales experiencias. Intenta que tu servicio al cliente no sea meramente bueno, sino sorprendentemente bueno. Ve hasta el final haciendo a la gente feliz. Se quedarán anonadados, ya verás. En las fases iniciales de una empresa, compensa incluso ofrecer un nivel de servicio al cliente tan bueno que cuando crezcas ya no podrás mantenerlo igual, pero es una manera de aprender sobre tus usuarios.
- Haces lo que mides: Simplemente medir algo otorga una increíble tendencia a mejorarlo. Si quieres hacer que tus números aumenten, pon un gran trozo de papel en la pared y cada día marca el número de usuarios. Te deleitarás cuando suba y te decepcionarás cuando baje. Muy pronto te darás cuenta de qué hace subir a esos números, y comenzarás a hacer más de eso.
- Gasta poco: Es fundamental lo importante que es para una empresa comenzar a controlar el gasto. Muchos emprendimientos fallan antes de hacer algo que la gente quiera y la manera más común de fallar es quedarse sin dinero. Ser barato en el gasto es (casi) intercambiable con cambiar rápidamente. Pero es más que eso. Una cultura de control de gasto mantiene a las compañías jóvenes en una forma similar a cómo el ejercicio mantiene a la gente joven.
- Obtén un «ramen» rentable: Tener un «ramen rentable» significa que un emprendimiento genera suficiente para pagar las facturas de sus fundadores. Una vez conseguido ese «ramen rentable» cambia completamente la relación con los inversores y también es muy bueno para la moral.
- Evita distracciones: Nada mata tantas empresas que empiezan como las distracciones y el peor tipo son aquellas que te pagan dinero. Trabajos que tienes a la vez, consultoría, otros proyectos que llevas y son rentables. La empresa puede tener más potencial a largo plazo, pero siempre interrumpirás el trabajo en ella para responder a las llamadas de la gente que te está pagando ahora. Paradójicamente, conseguir fondos para la empresa está dentro de este tipo de distracción, así que minimiza eso también.
- No te desmoralices: Aunque la causa inmediata de muerte en una empresa que empieza tiende a ser que se termine el dinero, la causa que está en la esencia es normalmente una falta de concentración. Comenzar una empresa es un enorme peso moral. Comprende esto y haz un esfuerzo consciente por no verte aplastado por ello, de la misma manera que flexionas las rodillas cuando vas a coger una caja pesada.
- No abandones: Incluso si te desmoralizas, no abandones. Puedes llegar muy lejos sólo por el mero hecho de no abandonar, aunque esto no es cierto en todos los campos. Hay mucha gente que no puede llegar a ser buena en matemáticas, no importa, por mucho que insistan. Pero ser emprendedor no es así. El esfuerzo puro y duro suele bastar muchas veces, siempre que vayas adaptando la idea.
- Los tratos no salen: Una de las habilidades más útiles que aprendí es no tener esperanzas demasiado elevadas. Probablemente tuve unos 20 tratos de todo tipo que no salieron adelante. Después de los 10 primeros o así aprendimos a considerar los tratos como procesos de fondo, a los cuales ignorábamos hasta que se habían culminado completamente. Es muy peligroso para la moral empezar a depender de tratos que se tienen que cerrar, no sólo porque a menudo no lo hacen, sino porque comportarse así hace que se cierren menos.