Sobre la docencia y las recomendaciones internacionales en materia de educación superior





Sobre la docencia y las recomendaciones internacionales en materia de educación superior

 

CPC. y MI. Cesar Ramon Rincon Toledo

• Vicepresidente de legislación del CCPM (Colegio de Contadores Públicos de Mexicali).

• Socio de RT contadores y Catedrático en UABC FCA Mexicali.


Hace algunos años la OCDE se encargó de emitir algunas recomendaciones en materia de educación superior, al respecto de ellas se denostaron bastantes puntos a atacar para poder mejorar sustancialmente la calidad educativa que se oferta a nivel licenciatura en México.

Cabe resaltar que algunas de las recomendaciones que se hacen en materia de educación superior son aplicables a los Países que conforman la OCDE y por tal motivo es importante hacer el énfasis a que en muchas ocasiones estas recomendaciones son generales, y necesitan ser adaptadas a las necesidades de cada País, por lo que en el análisis de sus recomendaciones es importante atender a todas las particularidades que se pudieran presentar para las universidades y los docentes en cuanto a cómo abordar de manera adecuada a los estudiantes adaptando estas recomendaciones:



Asegurar la calidad educativa

“Las autoridades deben asegurarse de que el desempeño de las instituciones educativas es medido para poder realizar las mejoras necesarias. Actualmente México tiene un sistema para medir algunos programas, pero no ha apoyado el desarrollo de capacidades y responsabilidades institucionales respecto de la calidad.”

En artículos anteriores, organismos internacionales, así como en lo particular como docente se me han impartido cursos en los cuales se aborda la necesidad de una educación humanista como parte del enfoque a tratar para los estudiantes; sin embargo es importante cuidar que este tipo de enfoque debe de ser cuidado a plenitud por los docentes, ya que del mismo se puede interpretar o tener como consecuencia la falta de calidad en aspectos técnicos y de competencias que se necesitan como parte de la educación, sin descuidar también que el estudiante tiene y cuenta con presiones sociales, económicas y familiares que pudieran afectar el desempeño de estos aspectos técnicos y de competencias en los que el entorno global nos ha exigido indirectamente trabajar.

Reforzar la oferta educativa

Otra de las recomendaciones propuestas por la OCDE es la de ofertar más programas educativos que nos ayuden a encaminar las necesidades sociales con el volumen de profesionistas que se integran a estos nichos de mercado, es importante atender que el volumen de estudiantes y egresados de las instancias educativas a nivel licenciatura deben de estar correlacionados con la necesidad social de estos profesionistas para evitar que integrarse a la vida laboral una vez concluidos sus estudios superiores sea una labor titánica para dichos estudiantes; que si bien es cierto los programas como prácticas profesionales o de servicio social o profesional logran insertar a los estudiantes a un mundo laboral con un poco más de sutileza para enfrentar los posibles futuros retos que se les encomienden en su haber profesional.

Es importante resaltar que las universidades tienen una tarea titánica en cuanto a las carreras que se tienden a ofertar en México, ya que los constantes cambios a nivel global implican que la educación también se transforme para poder tener profesionistas de calidad que puedan hacer frente a las necesidades sociales en las que se involucren, abrir nuevas carreras enfocadas a la ciencia, tecnología y sociología o modificar los planes educativos de las diversas profesiones para incursionar en lo que pudieran ser nuevos modelos educativos que incluyan dentro de sus paquetes materias que cubran dichos rubros pudiera ser una buena solución a mediano o largo plazo.

Conclusión

La educación es una de las herramientas más fuertes que tenemos para poder desarrollar potencial productivo en el País, encaminar nuestros esfuerzos como docentes también debe de atender a los cambios internacionales en materia de educación para que podamos tener un sistema competitivo ante la aun creciente globalización (que tiene años ejerciendo presión en nuestro país); no se debe de confundir en este proceso los enfoques humanistas y sociales, con la falta de calidad técnica y de competitividad que debe de seguir imperando para llegar a resultados que no solo impliquen una mejora en los aspectos inherentes a nuestra carrera, sino también los aspectos humanos que coadyuvan a la realización plena no solo del profesionista o técnico sino de igual manera de las personas y de su humanidad.


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