Un verdadero Empresario Mexicano de Valor. Antonio González Mendoza «La Corona»
Antonio González Mendoza.
Un verdadero Empresario Mexicano de Valor
Por Roberto J. Márquez
En 1950 Colgate-Palmolive y Procter & Gamble dominaban el mercado de México. Sus Jabones y Detergentes eran los más consumidos por las amas de casa.
No existía quien se atreviera a competirles, pues su poderío económico era de temer.
Sin embargo… Una modesta empresa mexicana decidió enfrentárseles, al igual que «David y Goliath»
Los Sres. Gonzáles, Padre e hijo, dueños y fundadores de la Fábrica de Jabón «La Corona», habían venido fabricando su popular jabón «Tepeyac» de lavandería, vendiéndolos en los mercados y tiendas de abarrotes.
Oriundos de Tepatitlán, Jalisco, contaban con un equipo de colaboradores casi en su totalidad de la misma región, por lo que se consideraban como una gran familia.
En 1950, Antonio González acababa de recibir el puesto de Gerente General de manos de su Padre, Don Esteban, legándole 30 años de intenso trabajo dentro de una armonía laboral increíble en aquellos tiempos.
Seguramente cansado de ver como esos 2 gigantes extranjeros imponían sus Detergentes FAB y VEL, a los precios que querían y aun envasándolos en cajas de cartón con pesos y medidas inglesas, exclamó un día; «¡ Ya basta ! Es tiempo que entremos a ese mercado como debe ser «.
Valiéndose de sus propios recursos, ordenó a los Estados Unidos unos equipos para fabricar Detergentes, mudando su antigua planta a Xalostoc, Edo. de México, en donde erigió la nueva fábrica con todas las facilidades que requería.
Todo estaba listo, pero faltaba lo más importante; «Encontrar el hueco en el mercado» Aquí entró el ingenio de este singular empresario, quien conociendo bien la idiosincrasia del pueblo de México, decidió…¡Venderlo a Granel!
Al igual que si fuera Café o Azúcar, el público lo podría adquirir en simples bolsitas o cucuruchos de papel, en las cantidades que desearan, pesándolos en gramos o kilos. Además de su bajísimo precio fuera de competencia, este nuevo estilo de compra de Detergente que nunca había existido, hizo que la respuesta no se hiciera esperar y las ventas del nuevo Detergente «Doña Blanca» de La Corona, se fueron a las nubes.
No satisfecho con haber igualado las ventas de sus competidores con esa estrategia, Don Antonio lanzó al mercado otro producto que vendría a «darles la puntilla», el nuevo…Jabón de Tocador «ROSA VENUS» ¡Sin envoltura!
Esta increíble y original innovación también sacudió a esos gigantes extranjeros que habían venido vendiendo PALMOLIVE, CAMAY y LUX, elegantemente envueltos en fino papel con sus marcas impresas a todo color, acompañados de sofisticados lemas publicitarios y con un precio promedio de 90 centavos la pastilla.
El sencillo ROSA VENUS se exhibía en Bomboneras de Vidrio sobre los mostradores, luciendo orgullosamente su color Rosa sin envoltura, mientras que la propaganda que lo acompañaba decía honestamente; «Un Jabón tan bueno como los demás, pero a un precio justo» Solamente 50 centavos la pastilla.
Nuevamente la reacción de las amas de casa fue totalmente favorable para La Corona, pues veían claramente como habían venido pagando envolturas y lujos inútiles, por no existir en el mercado mexicano otro producto que las sacara de su error.
Un éxito trae otro éxito, por lo que pronto añadieron otros productos como una Pasta Dental, y un Aceite para Cocinar, sin menoscabo de seguir elaborando su magnífico Jabón de Lavandería «TEPEYAC», que sigue vendiéndose 80 años después, como el primer día.
Esta ha sido la labor de…Antonio González Mendoza.
¡Un verdadero Empresario Mexicano de Valor!
Fuente: http://cronicasdemexico.com/readnews.asp?nid=45
Aplaudo y uso sus productos pero el jabón Carisma en polvo es uno de sus productos más caros, a veces excede los 32 pesos por kilogramo y para una persona promedio sólo puede comprarse en ofertas esporádicas.
La crisis que ocasionará el Presidente Trump, nos hace recapacitar y volver nuestros ojos al mercado interior y consumir productos de empresearios mexicanos que valientemente compiten con productos extranjeros, y así fortalecer la economía nacional.
Ojalá artículos como el que publica su acrditado boletín concientizen y estimulen al nuesstro pueblo para que dejemos de ser malinchistas y consumamos lo hecho en México.
Más que actual el tema, esos empresarios mexicanos que se han apegado tanto al estilo de las grandes corporaciones, es tiempo de innovar y sacar el ingenio para competir con mejores precios y buena calidad pero sin cargar gastos estratosféricos en publicidad y empaques vistosos. Claro el complemento está en que nosotros, los consumidores los apoyemos comprando esos productos