Contadores públicos ¿marginados por su color de piel y/o universidad de origen?
Autor: C.P.C. David González Martín del Campo
Me acuerdo cuando en los inicios de los años setentas, empecé a estudiar, en la ESCA de Santo Tomás, del IPN, nos pedían libros, revistas y documentos que teníamos que comprar principalmente en la Proveedora del Contador, en las calle de Madero en el Centro Histórico (¿se acuerdan de ese hermoso elevador con rejas que indicaba los pisos por medio de manecillas?, o ¿las antiquísimas escaleras de mármol, rematadas con sus augustos barandales?) Un día buscando el famoso prontuario fiscal, encontré ahí un librito en color azul, que era como para iluminar y se llamaba algo así como “Juanito Pérez, Contador Público”. En el que nos mostraban a un humilde niño, tipo Benito Juárez, que decía que quería ser Contador Público y trataban de demostrar algo así como, la panacea de las profesiones y como el desarrollo profesional al máximo, se veía ahí reflejado en un hombre exitoso, pulcro, rico, respetado y sobre todo adinerado.
Partiendo de lo anterior y viendo a toro pasado el supuesto mensaje de dicho “librillo”, o folleto como quieran ustedes decirle, se da uno cuenta de que la manipulación en nuestro país, siempre ha sido una constante. Porque, como hemos podido leer en algunas biografías del Benemérito de las Américas, sí nació en el campo, en Guelatao, fue pastor de ovejas; pero a muy temprana edad fue adoptado por una familia de recursos, quienes le dieron acogida en su casa en Oaxaca, donde la hermana de Don Benito Juárez trabajaba como sirvienta. Él por su parte, empezó a ayudar en un taller de encuadernación, pudiendo iniciar sus estudios elementales, y con esfuerzo, coraje, pero sobre todo con amor, pudo seguir avanzando, siempre en este país y en todo el mundo, aun sin contar con recursos porque el que quiere consigue apoyos, trabaja y estudia y de esta manera puede culminar una carrera profesional y después vivir de ella de una manera decorosa. (Nota de ElConta: Hasta aquí voy de acuerdo…)
Actualmente vivimos en un país donde se le da prioridad antes que nada a los profesionistas extranjeros que vienen todavía “vendiendo espejitos”, con dizque postgrados de instituciones de fuera de nuestras fronteras, y que muchas veces son diplomas de cursos relámpago, que toda proporción guardada pareciesen de los “institutos patrulla”. Otro aspecto corresponde desgraciadamente, a la preferencia que se les da a los egresados de las escuelas privadas, a los que se les llama Licenciados en Contaduría Pública, eliminando desde los anuncios de plazas de trabajo a los alumnos egresados del IPN y de la UNAM, que por cierto no se si algunos hayan sabido que en de abril hace dos años´estas instituciones superaron a la universidad de Harvard, en una competencia mundial en la rama de Biología.
Se ha establecido una corriente selectiva de profesionistas que las empresas y los grandes despachos eligen:
“Ser güero y no haber salido de escuela pública”.
A veces sí necesitan por capacidad alguno con piel color de nuestros antepasados, pero ese aunque capaz, se le esconde en uno de los últimos escritorios.
Aparte de eso se ha establecido la imagen negativa, para los politécnicos que son incultos, misma que es una falacia. Ya que en todas las profesiones existe un bajo nivel de cultura, sean de la escuela que sean, nacionales o extranjeras, pero lo más lamentable es que en nuestra carrera es donde impera de manera mas contundente dicha condición, ya que el contador público, cuadrado de por sí, no lee, no se documenta ni se interesa en aspectos que no sean libros técnicos, de impuestos y algún periódico o noticiero deportivo. En la escuela después de los conocimientos propios de la carrera, te hablan de carros, modas, vanidades y lisonjas a los políticos, y ahora a los del partido en turno en el poder. (Nota de ElConta: Tooomala !! ) No existe conciencia social porque no se ha tenido amor al arte, a las ciencias, al aspecto de injusticia y desigualdad que cada vez es más grande un nuestro país. No nos engañemos, el profesionista en México es, simple y llanamente, “un obrero con corbata”, los que verdaderamente toman las decisiones son los poderosos de toda la vida, el dinero, el poder político y el clero.
Pero eso tiene que cambiar, en nuestras manos está el ser personas preparadas, cultas y y con conciencia de lo que se debe hacer en este país para cambiar sus condiciones. Leer cultura en general, literatura, arte (Nota de ElConta: ¿las películas del Santo son arte?), asistir al teatro, a museos, a exposiciones y sobre todo hacer a un lado a la manipuladora televisión, con todos sus maniquíes lectores de noticias tendenciosas y engañadoras. Recuperemos nuestra identidad, haciendo a un lado los “chateos” y los usos de las redes sociales (Nota de ElConta: Como se nota que no conoce el #cptwitter), que tanto deforman nuestro lenguaje, mejor leamos los buenos libros, empezando por los llamados clásicos, culminando con los buenos libros contemporáneos. (Por favor no incluir por el bien de todos a los Cornejo o los Cuauhtémoc Sánchez).
Moraleja;
Si Juárez no hubiera muerto, todos los niños mexicanos estudiarían.
Visto primero en: http://www.amcpdf.org.mx/excelencia/revista135.pdf
Nota de ElConta: Ahhhh cuanto sufrimiento tiene este nuestro ¿colega?… :lol:
Pero esto no es exclusivo para los contadores, sucede en todas las profesiones, sinceramente creo que las empresas y despachos, piden que sean de escuelas privadas por que así aseguran que el candidato tiene al menos una posición económica más desahogada y no batallará con el raquitico sueldo que la mayoría pagan independientemente de la experiencia que tengan.
Soy orgullosamente puma, de la Facultad de Contaduría y Administración. Un profesionista que estudia, se actualiza, hace bien su trabajo y siente amor por su profesión, venga de la escuela de donde venga, saldrá adelante. Actualmente trabajo por mi cuenta y ninguno de mis clientes me ha discriminado por la institución de donde provengo. Lo importante es que el servicio que prestemos sea de calidad.
Por propia vocación como IPN y UNAM aportamos nuevas oportunidades de movilización social y económica, ya que han dado profesionales que han aportado sus conocimientos y esfuerzo para el crecimiento económico apostando por la ciencia y tecnología para el desarrollo de la productividad para lograr mayor presencia y competitividad en el mundo. y mucho más el nombre del Instituto Politécnico Nacional se encuentra inscrito con letras de oro en el Muro de Honor del salón de plenos dela Cámara de Diputados. orgullosamente ESCA sto. Tomás
Deberíamos luchar juntos por una educación de calidad como la pública no como los comentarios siguientes:
http://www.jornada.unam.mx/2011/05/24/index.php?section=cartones&id=0
yo soy estudiante de la fca de la uac (universidad autonoma de coahuila) y creo que aunque si distinguen a una escuela privada de una publica todo esta en uno mismo, la actitud que tengas y las ganas que le pongas. aunque con mas trabas todo es posible.
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Gracias.
Estoy por egresar de la ESCA Tepepan y tenemos a los vecinos del tec,
pues yo soy egresado de la FCA de la UMSNH, (Universdad Michoacana de San Nicolás de Hidalgo) y si me he sentido relegado por el solo hecho de ser egresado de esta escuela, pero tiene más calidad entre sus profesores y estudiantes que las de paga, ya que son los mismos profesores de una y de otra y de los estudiantes como en ambos casos son buenos los que quieren serlo, ánimo y a demostrar que la escuela pública vale y vale mucho.
UNAM y IPN es lo mismo, son escuelas públicas con prestigio, como los son el TEC, IBERO, ITAM, etc por parte de las privadas, lo que hace grande a un contador es la manera de trabajar al concluir sus estudios, no las escuelas.. aunque eso si, deberían de enseñar etica en varias de ellas!!
Saludos!
pues yo soy de la UNAM y al principio si me rechazaron pero ahora todos quisieran mi servicios, solo sean constantes y den la oportunidad a los jovenes del Poli y la Unam y veran como les responden solo confien en sus habilidades.