La verdad sobre las excusas.
La verdad sobre las excusas
Visto primero en: IMCP-GDL
Todos los días escuchas personas dando excusas por todo. Excusas por llegar tarde, excusas por olvidar citas pendientes, excusas por no hacer suficiente ejercicio, excusas de por qué no han logrado el éxito económico deseado, excusas sobre por qué sufren de exceso de peso.
Todas las excusas buscan justificar algún tipo de acción mediocre o mentira que hemos cometido o que estamos cometiendo. ¿Cuántos de ustedes conocen por lo menos a una persona que en algún momento, tratando de explicar un fracaso, no ha apuntado su dedo, buscando culpables a su alrededor?.
Lo cierto es que la mayoría de las personas poseen un variado arsenal de justificaciones, excusas, mitos, mentiras, suposiciones, y disculpas para justificar cualquier tropiezo.Curiosamente, lo único que todas estas excusas parecen tener en común es que sitúan la culpabilidad fuera de la persona misma.
Los profesionales más respetados poseen la confianza de conseguir cualquier reto al eliminar la palabra "imposible" en su forma de actuar. Tu también lo puedes hacer. Lo harás. Sin excusas.
- Generar ideas, proyectos, ilusión, es crear vida dentro de la empresa: Vida que se suele convertir en una saludable cuenta de resultados y en un estimulante desarrollo de los profesionales que trabajan en sus empresas. No obstante, un buen líder (habitualmente gran generador de vida profesional) a veces tiene que vestirse de traje de asesino y exterminar actitudes y prácticas que tienen el riesgo de convertirse, o lo han hecho ya, en parte de la cultura de su grupo.
- Matar actitudes culturales que hacen peores a las empresas y nos hacen peores a nosotros: En especial, una de las que considero más perniciosas, la excusa: el argumento que se da para justificar la no realización, en el tiempo asignado, de una tarea o de un proyecto. Aun siendo consciente que, a veces, sólo a veces, hay razones que justifican el incumplimiento de una responsabilidad, también pienso que la mayor parte de las veces las excusas son pequeños tumores que se instalan en una organización y que pueden llevarla a una metástasis cultural.
- Las excusas nos debilitan: Destruyen la confianza necesaria en asumir nuevos retos. Relajan mentes, espíritus y ambiciones. La excusa se basa en la mentira, pues normalmente avala el hecho de que no se pudo hacer más. Y sí, siempre se puede hacer más. Como se trata de un comportamiento contagioso, las excusas nos impiden alcanzar nuestros objetivos y asumir de forma adulta nuestras responsabilidades. Son insolidarias pues normalmente se convierten en acusaciones hacia alguien (otro departamento, otro compañero, etc).
De la misma manera en que hay países que llevan cientos de años excusando ó mintiendo su bajo desarrollo en tal o cual acontecimiento histórico, hay profesionales que acusan a otros de su actual estancamiento cuando en realidad lo que deberían hacer es analizar las causas de su mediocridad.
Ahora bien, te sugiero que no pretendas eliminar las excusas de tus colaboradores si no les permites participar al tomar decisiones. Si tu eres un líder autoritario, no te quejes de que tus colaboradores no asuman como propios sus proyectos. En la medida en la que tengan posibilidades de opinar, de defender sus puntos de vista, tus colaboradores no podrán esconderse detrás de las excusas alegando que no tienen recursos, tiempo o conocimiento suficientes para alcanzar sus compromisos.
Otras técnicas para ser un buen asesino de excusas:
En caso de un incumplimiento de un compromiso no tolerar la excusa: Escucha alternativas, opciones alternativas de cumplimiento.
- Cuando no vas a permitir las excusas: A partir de ahora hay que pensar muy bien los compromisos asumidos. Como en las bodas de las películas americanas: "El que no hable ahora…"
- Si tu colaborador está seguro que va a haber una desviación sobre los compromisos asumidos, debería decirlo antes del vencimiento del tiempo asignado:Así será más fácil elaborar planes alternativos.
- Ayuda, enseña, desarrolla: No asignes proyectos irrealizables. Si quiere credibilidad en tu equipo, empieza por ti.
El optimista tiene siempre un proyecto; el pesimista, una excusa.
Anónimo