Los siete pecados capitales de los Contadores Públicos
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Los siete pecados capitales de los Contadores Públicos.
Autor:
Jaime A. Hernández
Primer pecado: AUSENCIA DE UNA POLÍTICA DE MARKETING
Uno de los pecados más comunes en el ejercicio de la profesión, lo constituye a no dudarlo, la escasa labor de mercadeo de este servicio por parte de sus ejecutantes,los cuales muchas veces desestiman el poder del Marketing como herramienta fundamental para la consecución de clientes en un mundo cada vez más competitivo.
Segundo pecado: AUSENCIA DE UNA POLITICA DE PRECIOS Y TARIFAS
Este aspecto toca fundamentalmente con la carencia de estudios racionales sobre el valor del servicio. Y ello es así, por cuanto se adolece de análisis empíricos sobre los costos del servicio según el sector de la industria y el tamaño de las compañías que lo contratan.
La profesión contable organizada, ni su industria, ni sus gremios, ni sus organismos de dirección han emitido (salvo algunos pronunciamientos aislados), lineamientos de fondo sobre este importante tópico, razón por la cual todo se ha dejado al equilibrio del mercado y a los precios establecidos por la libre oferta y la demanda.
Así las cosas, la competencia entre los profesionales contables que prestan este servicio ha resultado nefasta, pues la ausencia de una regulación en esta materia ha llevado a que se canibalicen los precios y tarifas con una tendencia hacia la baja,producida generalmente por una explosión de oferentes, la mayoría de los cuales sustentan sus propuestas en precios artificialmente bajos que no se compadecen con la responsabilidad que entraña el ejercicio de la profesión.
Tercer pecado: AUSENCIA DE UNA ADECUADA SELECCIÓN DE CLIENTES
Los dos pecados anteriores generan un tercero, pues como no se cuenta con una adecuada política de precios y tarifas y no se realiza un mercadeo racional ajustado al tamaño o nicho del mercado, los contadores y las firmas muchas veces contratan con cualquier empresa la prestación de sus servicios del Contador Público sin analizar los riesgos de este procedimiento.
Así pues, como el objetivo es generar ingresos (muchas veces sin importar de donde vienen), no se hace una selección respecto de quien es el cliente, no se estudian sus antecedentes de orden legal, administrativo, financiero y empresarial. Tampoco se realizan indagaciones en la industria, el sector financiero o el sector comercial al que pertenece el cliente.
No se piden referencias de sus proveedores ni se analiza cual es la integridad de la gerencia ni tampoco se analizan los Estados Financieros ni los dictámenes de los revisores fiscales anteriores, ni se averiguan las razones que se están teniendo para el cambio.
Cuarto pecado: AUSENCIA DE UNA ADECUADA POLÍTICA DE CALIDAD
Unido a lo expuesto, es un lugar común el que las empresas de servicios de los contadores públicos no sean lo suficientemente cuidadosos en prestar sus servicios dentro de un estándar de calidad que le asegure al cliente el cumplimiento de sus expectativas.
Así pues, resulta de vital importancia que toda firma de contadores pequeña o grande, cuente con un sistema de gestión de la calidad interno, para tener claridad absoluta de la forma en que su organización realiza la gestión empresarial asociada con este tema.
Quinto pecado: AUSENCIA DE UNA POLÍTICA DE ACTUALIZACIÓN Y EDUCACIÓN CONTINUA
Una de las falencias más comunes en las firmas y contadores públicos que prestan algún tipo de servicio, es la carencia de exigencias de programas de educación y capacitación continua. En este sentido, dados los vertiginosos cambios en el conocimiento y en los desarrollos profesionales del mundo de hoy, si se quiere permanecer a la vanguardia y generar una óptica positiva en torno de nuestro servicio se hace necesario que el personal de la firma y/o el contador público prestador del servicio , posea una estructura organizada de cursos, seminarios y programas de capacitación continua que actualicen a todos los colaboradores y funcionarios de la compañía en cada uno de los temas de su experticia.
Así tenemos, que dependiendo de la especialidad de la industria en la que se presta el servicio profesional y los requerimientos de la compañía auditada, se debe contaron los perfiles de los profesionales necesarios atendiendo a su tipicidad y capacidad y cumpliendo con los requisitos de escolaridad (títulos universitarios,especializaciones o maestrías), acordes con el trabajo que se desempeña.
Sexto pecado: AUSENCIA DE UNA ADECUADA DEFENSA LEGAL Y DISCIPLINARIA.
Resulta común afirmar que los Contadores Públicos no saben defenderse adecuadamente en los procesos legales y disciplinarios que se les adelante.
Ello sucede muchas veces porque no se contratan los servicios de profesionales idóneos o porque en otras ocasiones se contratan abogados que si bien poseen buenos conocimientos en el campo administrativo desconocen casi por completo el área de ejercicio profesional.
Muchos son los contadores que pueden ser sancionados injustamente por un organismo de inspección, control y vigilancia, simplemente porque no supieron ejercer adecuadamente su defensa.
Séptimo pecado: AUSENCIA DE UNA POLÍTICA DE SOLIDARIDAD DE CUERPO..
A lo largo de los años la profesión contable en pleno ha cometido su peor pecado, no estar unificada sólidamente en un solo gremio .
Ello ha llevado a que contra los contadores públicos se ejerzan toda clase de sanciones, injusticias y se violen sus derechos, incluso aquellos tan elementales como la posibilidad de renunciar por su mero albedrío o porque de manera arbitraria un contratante de nuestros servicios, simplemente cesa sin ninguna explicación en el pago de la remuneración y de los honorarios.
Lectura recomendada: https://elconta.mx…la-importancia-de-ser-contador-publico-colegiado/
Lo que arriba has leído es un simple resumen de un estudio mas extenso que puedes leer en el siguiente enlace:
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Me encanto tu comentario, Marilyn Mena….Felicidades (contadora)
No sé a qué te dediques pero casi todos tus pecados están mal fundamentados.
El primero, no es falta de publicidad, el código de ética del contador público establece que no es aceptable la publicidad por medios impresos de comunicación, se supone que un buen contador se da a conocer por el de voz a voz. Claro, de que se puede hacer si, pero no es bien visto.
Los precios y tarifas se establecen según el tamaño de la empresa, si tiene nómina, su complejidad en control interno, etc, factores que hacen imposible establecer una tarifa. Lo mismo ocurre con la auditoria, sobre todo si usarán gerente o auxiliares en la ejecución del trabajo. Un buen fiscalista o estratega laboral JAMAS te va a cobrar una insignificancia. Solo el contador muerto de hambre que no estudió lo suficiente es el que cobra una miseria.
En el tercero, los clientes van y vienen, por lo regular, los contadores se conocen entre sí y por lo mismo se avisan cuando un cliente es conflictivo y desechan la petición de sus servicios ante tales personas. Repito, hay profesionistas buenos y patos, los patos son lo que caen en tu pecado descrito.
El cuarto, existen los manuales de calidad, y ya hay revisiones de control de calidad entre firmas de despachos… pero también existe gente desorganizada, en todos los campos de trabajo.
Sobre tu quinto pecado. No conozco ningún contador que no tome cursos de actualización, solo los que no aman su carrera, no toman cursos. (Son pocos, para tu fortuna)
El sexto, asi como un contador puede dictaminar pero no litigar, un abogado puede litigar y no dictaminar. Se tienen que complementar.
Y el ultimo, existe el colegio de contadores… podría considerarse como un gremio.