¿Seguro que «no tienes tiempo»?
Autor colaborador: CPC y MI Juan Gabriel Muñoz López *
Estimados lectores:
Espero que el siguiente artículo sea de su agrado, tiene relación con aquel paradigma mental de la falta de tiempo o espacio para interactuar entre el ámbito profesional y personal, del cual nos hemos visto envueltos en más de una ocasión, impidiendo con ello alcanzar o cumplir nuestras metas.
Cierto día un grupo de alumnos se quejaba de la falta de tiempo para llevar a cabo sus tareas propias de su actividad por culpa del trabajo laboral o de "otras actividades" extracurriculares. Esto se veía reflejado o salía a flote cada vez que se pretendía dejar un trabajo de estudio o investigación por parte del docente de la materia y que impedía el logro de los objetivos particulares de la materia.
Con el afán de dar por finalizado ese "paradigma mental", el profesor de la materia le pidió a varios alumnos llevar materiales tales como: pelotas de golf, canicas, bolas de unicel y por último arena, además de un frasco para exponer una idea y dar la clase. Ante esta petición, los alumnos un poco contrariados y curiosos cumplieron el encargo conferido y al día siguiente estaban listos para descifrar el misterio.
Una vez puesto todos los elementos en el escritorio, el profesor tomo el frasco y comenzó a vaciar en él las pelotas de golf, obviamente por sus dimensiones el frasco se llenó de inmediato e interrogó a sus alumnos: -¿Creen que sea posible llenar más este frasco?-, más de alguno comentó que ya no sería posible, a lo que el educador respondió en silencio con la siguiente acción: Tomó las canicas y las dejo caer entre los huecos dejados por las pelotas de golf y perfectamente se amoldaron al espacio previsto.
Absortos, los alumnos juraban en voz alta que ya no quedaría espacio alguno para maniobrar en el frasco, sin embargo, el profesor con calma prosiguió con la enseñanza: depositó las bolitas de unicel dentro del recipiente y muchas de ellas lograron embonar sin problema alguno. A éstas alturas de la enseñanza, los alumnos prestaban cada vez más atención y observaron el último y magistral movimiento de su maestro: tomó la arena y la vertió entre todos los espacios posibles que dejaron los materiales previos y todo cupo de manera exacta.
El profesor se detuvo entonces para observar la cara de asombro de sus alumnos y les dijo: como ven, todo es posible en esta vida, sabiendo dar el orden adecuado a las actividades de cada día, siempre existirá un espacio donde podremos acomodar y priorizar nuestras labores para que de tal forma, podamos cumplir con nuestros objetivos y alcanzar nuestra metas personales y profesionales…
"Todo cabe en un jarrito, sabiéndolo acomodar", dice el refrán popular, sólo basta priorizar y ser ordenado.
Saludos cordiales
*CPC y MI Juan Gabriel Muñoz López
Consultor fiscal
twitter: @gabriel_fiscal
Blog del autor: http://elcoachingdebolsillo.blogspot.com/
Con afecto para mi gran amigo y colega: Contador Público Alfredo Vivar Álvarez.