Cuando el SAT no hace lo correcto, y los contribuyentes tampoco..



Cuando el SAT no hace lo correcto, y los contribuyentes tampoco..

Autor Colaborador: C.P. y M. en C. César Cervantes.

Sitio web: contadorcontado.com

Muchas veces nos hemos dado de topes con las nuevas reformas fiscales, y más cuando el camino se empieza a reducir a la hora de reducir impuestos. En más de una ocasión he visto a gerentes, dueños de empresas y administradores proferir varias mentadas de madre al mismísimo SAT por sacar la nueva reforma, porque una nueva regla miscelánea vino a tirar todo su proyecto empresarial o porque ya no podemos hacer facturas fantasma debido a la obligatoriedad de la facturación electrónica. Entonces me he preguntado ¿es el SAT el culpable de nuestras faltas de sueño? Yo creo que no.

Si bien es cierto que el SAT y la Secretaría de Hacienda no han hecho las mejores estrategias tampoco podemos tirarles en cara que por su culpa nuestra empresa o la empresa de nuestros clientes se están yendo directito por la coladera.

Cada sexenio estamos temerosos ante las nuevas reformas hacendarias que puedan afectarnos, pero seamos realistas, cuando una empresa no es capaz de sobrevivir a la primera barrera de factor crítico de éxito (FCE), difícilmente va a poder llegar muy lejos, y hablo precisamente del pago de impuestos.

No, no es el SAT el que hace lo incorrecto (a veces sí), somos nosotros, los contribuyentes, que buscamos las mil maneras de hacer efectivo el efecto Carrusel y no nos damos cuenta que es el modelo de negocios que hace que la empresa no alcance el éxito.

Hace unos años, con la desaparición del IMPAC creíamos que las cosas mejorarían, luego vino la aparición del IETU y las cosas no mejoraron del todo; muchos pequeños contribuyentes dieron el grito en el cielo, y no qué decir de nuestros compañeros de la central de abastos cuando el IDE vino a alzar la mano. Ahora que ha desaparecido el IETU muchos contadores somos felices al no tener que hacer los papeles de trabajo que este impuesto supone, pero muchos otros comienzan a maldecir al SAT como si realmente fuera del SATánico, ante la obligatoriedad de facturar electrónicamente, timbrar las nóminas, y ahora muy posiblemente, los estados financieros.

Sigo creyendo que no es el SAT el que está del todo mal, pero lo cierto es que nosotros como contribuyentes hemos (en cierta manera) sido los culpables de orillar a la dependencia y al gobierno mismo a crear este tipo de estrategias «de cacería» para el correcto pago de impuestos.

Lo dejo solo como reflexión: quizá no es el gobierno, sino nuestro plan de negocios que no es capaz de superar el primer Factor Crítico de Éxito.



3 comentarios
  1. Pedro
    Pedro Dice:

    He cierto lo que dices salvo que la carga fiscal implica un costo muy caro el cual las pequeñas empresas no pueden llevar y las que lo hacen al final el auditor solo busca una excusa para que termine pagando mas impuestos, mientras los informales burlasdose de los formales. La solucion es un cambio radical a la ley fiscal

  2. CP Teresa
    CP Teresa Dice:

    Estoy de acuerdo con la reflexión, todos en mayor o menor medida hemos contribuído a que la autoridad esté cerrando el cerco, los esquemas agresivos de «planeación fiscal», las reiteradas llamadas de la autoridad a transparentar las operaciones, he ahí el resultado, ahora si yo como contribuyente no cumplo mis obligaciones con que calidad moral le voy a exigir a la autoridad que cumpla con su papel, creo que es un circulo vicioso de no exigo a la autoridad porque entonces viene y me exige y pues…..no estoy del todo bien, mejor así le dejamos, mi aportación es que en la medida que cumplamos tendremos elementos con los cuales exigir a la autoridad, crear un circulo «virtuoso», yo cumplo y entonces autoridad yo te vigilo también, sueña utópico pero ante la definitivo nada podemos hacer, los amparos tal vez pero…hay que ser optimistas y pensar que todo cambio es para bien.

  3. areli
    areli Dice:

    mmm pues lo único que puedo decir es que si el gobierno no pusiera tanta carga fiscal a los contribuyentes, no habría tanto moroso, no tendrían que buscar caminos que orillaron a la creación de la Ley Federal para la Prevención e Identificación de Operaciones con Recursos de Procedencia Ilícita, si lo aportado al herario se aplicara y destinara a la misma sociedad no creo que renegaran por pagar impuestos, lamentablemente la carga fiscal es demasiada y los beneficios no se ven, ahí entramos en otro tema de si ya tal funcionario desvió tanto $, que se malversaron recursos que tenían que ser aplicados en la sociedad y lo peor basta recordar que el mismo gobierno compró facturas para justificar gastos, entonces tenemos un problema de raíz, como sociedad debemos SABER que tenemos que «cooperar» de manera justa de acuerdo a nuestro ingreso para el bienestar social y quienes se encargan de aplicar los recursos deben hacerlos llegar de manera integra hacia sus receptores, es muy difícil pero valdría la pena por tener una sociedad que con gusto pague impuestos sabiendo que cada peso que da es en beneficio propio

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