Heredar tu empresa. Conoce las reglas de oro para lograrlo exitósamente.




¡Reglas de oro para heredar tu empresa!

Autor: C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas

Blog del autor: mariorizo.com

Firma Salles Sainz Grant Thornton

 


“Lo que has heredado, has de ganártelo antes de poderlo poseer y disfrutar”, Goethe.


En los negocios como en la vida, los plazos se cumplen y los tiempos se agotan. Sí, es inevitable: llegará el momento y la empresa familiar será encabezada por una nueva generación. Pero, ¿cómo podemos hacer una transición exitosa?

Cambiar al estafeta en la empresa familiar es un proceso que implica tanto el compromiso de quien llega, como de quien se va.

Antes de planear cualquier retiro, hay que inculcar a los sucesores el apego y cariño al proyecto: comprometerlos con la misión y visión del negocio. Más aún, hay que fomentar los lazos fuertes entre los nuevos administradores y todos los recursos humanos de la empresa para que se genere pertenencia y valor de grupo que más adelante, se proyectarán en el propio desarrollo de la empresa.

Ahora, es cierto, no se puede liderar sólo con buenas relaciones. Las generaciones mayores tienen también la responsabilidad de guiar a los sucesores en la capacitación profesional que implica el nuevo puesto.

¿Y la nueva generación?

John Elkann, el heredero de Fiat, en un seminario sobre negocios familiares daba tres observaciones: no tienes por qué pedir perdón por haber heredado, haber heredado no te confiere ningún privilegio especial y, si has heredado, prepárate para rendir cuentas.

Convertirse en el “nene” o el “hijito de papá” es lo peor que le puede suceder al heredero de un negocio familiar exitoso. Por ello, no queda otra opción más que esforzarse el doble para demostrar sus capacidades. Una vez que se cuenta con la profesionalización y compromiso,  hay nueve reglas que todo sucesor debe dominar:

  1. Saber negociar. Aprender a tratar con todo tipo de gente y detectar las necesidades del cliente puede generar negociaciones exitosas. Es válido que si en la transición aún no se siente la capacidad, se contraten los servicios de un profesional. Lo peor que se puede hacer es no actuar.
  2. Ser un líder positivo. Se trata no sólo de tener los conocimientos de cómo administrar una empresa, sino de saber transmitirlos a los colaboradores. Ser un guía dentro del grupo, tomando un comportamiento asertivo que motive e impulse a la comunicación y las nuevas ideas.
  3. Organizar el contexto. Un líder tiene un millón de obligaciones por cumplir. Hay que aprender a establecer prioridades construyendo una agenda precisa con actividades ordenadas acorde a los objetivos del grupo. Ejecutar las tareas de acuerdo a lo planeado, también ayuda a aumentar la productividad de un día.
  4. Acumular experiencia. Es importante no solo formarse dentro de la burbuja de nuestra propia empresa familiar. Una práctica muy recomendada es el crecimiento profesional externo fuera de la empresa, hacer posgrados o programas de alta dirección. Así habrá más elementos qué aportar al momento de incorporarse y dirigir.
  5. Saber delegar. Entre más crecen las empresas familiares más responsabilidades aparecen y el modelo administrativo debe de irse adaptando. Hay que descentralizar actividades y aprender a confiar en las personas con las que se trabajan; al mismo tiempo esto representará un crecimiento profesional para el personal.
  6. Forjar el carácter. Aprender de los errores y asumirlos con madurez para generar carácter y confianza tanto a los colaboradores, como a ti mismo. Tener la fuerza intelectual y mental de soportar la presión y el trabajo continuo para superar obstáculos y prepararse para cualquier adversidad.
  7. Aprender sobre empatía. Muchas veces se puede ser un gran líder pero tener poco habilidad para las relaciones con los colaboradores. Hay que tomar el tiempo para escuchar y crear un vínculo no sólo de trabajo; la confianza y el respeto fortalecerán la comunicación dentro de la empresa.
  8. Saber tomar decisiones. Lo que debe privilegiarse, es la actuación analítica y profesional, tomar en cuenta los riesgos y aprendiendo de cada experiencia. Uno de los mayores errores de un líder es poner en juego el patrimonio de la empresa por una “corazonada”.
  9. Dar siempre un poco más. Siempre esforzarse el doble, no caer nunca en una zona de confort, sino estar en constante exigencia para cumplir los objetivos del grupo y crear constantemente nuevas metas que impulsen a sacar lo mejor del equipo.

Recibir el enorme compromiso que significa dirigir una empresa familiar, no es fácil. Sin embargo, también representa todo un mundo de posibilidades para ejecutar.

¡A demostrar de qué se está hecho!

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C.P.C.  y M.I.  José Mario Rizo Rivas | Socio Director Oficina Guadalajara

Salles, Sainz – Grant Thornton, S.C.

Niños Héroes 2971 | Col. Jardines del Bosque | 044520 | Guadalajara, Jalisco México

T +52 (33)3817 4480,  +52 (33) 3642 1290 Ext 128 | F +52 (33)3817 4136

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Próximo libro del Maestro Mario Rizo. Espéralo ;)