El poder de la disciplina en las empresas familiares. La disciplina no solo implica mantener el orden o cumplir horarios…




Mario Rizo

 

El poder de la disciplina en las empresas familiares

 

Por: C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas

Blog del autor: mariorizo.com
Firma: Salles Sainz Grant Thornton

Twitter: @mariorizofiscal

 


La disciplina, aplicada como un hábito constante, puede ser la fuerza que impulse a las empresas familiares a superar desafíos, mantener su legado y asegurar su continuidad en el tiempo.


La disciplina es un ingrediente indispensable para lograr la trascendencia en cualquier empresa, y en el caso de las empresas familiares, adquiere un papel crucial. Más allá del talento o la visión, son los hábitos diarios y el compromiso sostenido los que permiten superar retos y construir un futuro sólido.

En este contexto, la disciplina no solo implica mantener el orden o cumplir horarios; es la base para tomar decisiones estratégicas, fortalecer la comunicación y preservar la esencia de los valores familiares.

1. Objetivos claros: Un propósito que guíe generaciones

La disciplina actúa como brújula para la empresa familiar al mantenerla enfocada en su propósito. Cuando se establecen metas claras y se trabaja de forma constante para alcanzarlas, se evita caer en distracciones o conflictos que puedan desviar el camino.

Un ejemplo es la claridad en la sucesión: sin una planificación disciplinada, las empresas familiares pueden enfrentarse a rupturas internas. Aquí, el rol de un plan estratégico basado en objetivos y metas bien definidas es imprescindible para guiar a las generaciones futuras.

2. Resiliencia: La constancia ante los desafíos

Toda empresa familiar enfrenta obstáculos: crisis económicas, conflictos internos o cambios en el mercado. La disciplina ayuda a mantener la constancia y fortaleza para superar estos momentos críticos.

Por ejemplo, las familias que documentan y revisan regularmente sus protocolos de gobierno corporativo tienden a estar mejor preparadas para manejar desacuerdos o imprevistos. Este hábito no solo fomenta la resiliencia, sino que fortalece la capacidad de adaptación.

3. Gestión del tiempo: Balance entre negocio y familia

El tiempo es uno de los recursos más valiosos en una empresa familiar. Sin disciplina, los días se llenan de reuniones innecesarias o de discusiones interminables. En contraste, las familias empresarias que manejan su tiempo de manera eficiente logran equilibrar las necesidades del negocio y las demandas familiares.

Una herramienta clave es establecer rutinas claras, como reuniones de consejo bien estructuradas o calendarios que prioricen tareas estratégicas sin sacrificar momentos de convivencia.

4. Crecimiento constante: Hábitos que construyen el futuro

Las acciones disciplinadas, por pequeñas que sean, generan un impacto significativo a largo plazo. En las empresas familiares, esto incluye desde la capacitación continua de los miembros hasta la actualización de los procesos internos.

Un ejemplo concreto es la adopción de nuevas tecnologías: las empresas que dedican tiempo regularmente a modernizar sus operaciones no solo se mantienen competitivas, sino que también aseguran su relevancia para las nuevas generaciones.

5. Autoestima y unidad familiar: La confianza que genera el cumplimiento

Cumplir con los compromisos establecidos fortalece la autoestima tanto de los líderes como de los colaboradores. Para una empresa familiar, esta confianza se traduce en un equipo más unido y comprometido.

Además, cuando los miembros de la familia ven resultados positivos gracias a la disciplina compartida, se refuerza el orgullo y la identificación con el negocio. Esto crea un círculo virtuoso que impulsa la continuidad del legado

La disciplina, que en apariencia limita, es en realidad lo que da libertad: libertad para decidir el rumbo de la empresa, para innovar y para adaptarse. Paradójicamente, sin disciplina, la libertad se convierte en caos.

Adoptar la disciplina como filosofía en las empresas familiares no solo asegura su sostenibilidad, sino que también las convierte en ejemplos de liderazgo, resiliencia y compromiso para las futuras generaciones. «La disciplina es el puente entre las metas y los logros.» Jim Rohn


“Mientras tengamos fe en nuestra causa y una indeclinable voluntad de vencer, la victoria estará a nuestro alcance.” Winston Churchill



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