¿Problemas en tu empresa familiar? La mediación es clave para la continuidad.




¿Problemas en tu empresa familiar?

La mediación es clave para la continuidad.

Autor: C.P.C. y M.I. José Mario Rizo Rivas
Blog del autor: mariorizo.com
Firma: Salles Sainz Grant Thornton


La mediación la medicina más sencilla, práctica y económica forma para resolver conflictos, la experiencia la avala como una herramienta poderosa y vital para gestionar constructivamente los conflictos que ocurren en el seno de la empresa familiar.

La idiosincrasia de la empresa familiar la conforma el tejido de emociones y valores que sustentan el compromiso de los familiares que en ella trabajan. Y puede ser una gran fortaleza o bien una debilidad, puesto que, si surgen conflictos que los familiares no saben cómo atajar, disminuyen el compromiso y liberan una alta carga emocional, a la vez que debilitan el entorno empresarial y familiar. Un buen mediador es capaz de romper las barreras de comunicación y ayudar a hacer consciente a cada parte de los sentimientos y necesidades de la otra.

Todos sabemos que las relaciones familiares son fuente de conflictos personales. Si los llevamos al ámbito empresarial, la sopa del desastre está servida. Las empresas familiares sufren continuamente la repercusión de los problemas personales entre accionistas o socios en las actividades de la compañía: no es raro que los conflictos que se generen en casa terminen con la propia empresa, y con fuertes enfrentamientos entre familiares, en ocasiones hasta en tragedias.  La mediación en la empresa familiar es la mejor herramienta para evitar que esto suceda, diseñada para mitigar el riesgo de continuidad de las sociedades a futuro.

Las empresas familiares son muy vulnerables a los conflictos internos, que en la mayoría de los casos suelen ser fatales, debido a una particular característica: en ellas confluyen dos esferas de relaciones que no siempre saben mantenerse saludablemente separadas: la de los asuntos familiares y la de los asuntos empresariales. Cada una de estas esferas tiene su propia lógica y sus propios valores. El fin de la empresa es conseguir beneficios a través de una adecuada estructura, una buena dirección y un buen gobierno corporativo. Esto exige una jerarquía basada en la cualificación de las personas. Por su parte, la esfera de la familia tiene sus bases en la afectividad, la confianza y la ayuda mutua, y presidida por un criterio básico de igualdad entre sus miembros (al menos dentro de cada generación).

Típicos problemas del choque entre empresa y familia

Son muchas las disfunciones y, a través de ellas, los conflictos que pueden poner en peligro a la empresa por la intersección de ambas esferas. Sin ánimo de ser exhaustivos, podemos citar algunos ejemplos:

  • Que los socios familiares se crean con derecho a participar en la gestión del negocio, o al menos, a disfrutar de un puesto de trabajo, sin importar sus capacidades o las necesidades de la empresa.
  • Que los familiares que trabajan en la empresa consideren que su remuneración debe depender de sus necesidades personales, y no la que marque el mercado.
  • La incapacidad del fundador para ir delegando la gestión, por ver siempre a sus hijos insuficientemente preparados, o porque le resulta difícil aceptar que ha dejado de ser indispensable.
  • El choque de las distintas visiones del negocio que tienen los fundadores (generalmente, más conservadora) y sus descendientes, a veces con mejor preparación académica y que son más arriesgados e innovadores.
  • El no definir con claridad los roles liderazgo entre los descendientes del fundador, sobre todo en el caso de que éste no haya querido planificar una solución en vida por no afrontar el tema de la sucesión.
  • Que las decisiones se adopten en el seno de la familia, sin tomar en cuenta las mejores prácticas en materia empresarial y de negocios.

Estos problemas se acentúan porque, comúnmente, la familia teme enfrentar los conflictos empresariales que puedan poner en riesgo las relaciones familiares. Y, por ello, de la tendencia a querer huir de los temas espinosos, no se toman las decisiones necesarias en el momento adecuado. Esto genera serios problemas de comunicación y un inevitable agravamiento de los problemas futuros.

La mediación, el vaso comunicante

Como forma de solucionar conflictos, la mediación nos ha acompañado a lo largo de los años. La tarea de los mediadores se define como “la segunda profesión más vieja del mundo”, en el sentido de que, en cuanto surgió el primer conflicto, al mismo tiempo aparecieron los primeros mediadores.

La figura del mediador consiste de un profesional neutral que facilita la resolución del conflicto entre las propias partes involucradas, siendo siempre estas las protagonistas del acuerdo.

En el contexto de la mediación no cabe hablar de vencedores y vencidos; se trata de dialogar y negociar para alcanzar un consenso satisfactorio para ambas partes, un ganar-ganar.

Mediación en empresas familiares: de un conflicto a una relación fortalecida

Abordando la particularidad de las empresas familiares, en ellas sabemos que los conflictos que se producen adquieren una peculiaridad especial, y no hay nada mejor que la mediación para intervenir en este tipo de casos. En las empresas familiares se produce la confluencia de dos mundos antagónicos destinados a convivir: empresa y familia. La correcta gestión de ambos mundos será la base del éxito o la causa del fracaso.

Puede ser muy perjudicial para la empresa familiar una muerte anunciada, es decir, acudir a la vía judicial a resolver problemas entre padres e hijos, hermanos, primos, o más fuerte aún, entre familiares políticos. El impacto que produce una sentencia judicial producirá daños emocionales irreparables en la familia que se propagarán como el fuego a la empresa y su entorno. En cambio, la mediación, además de mantener las relaciones entre los miembros de las familias después del conflicto, conseguirá incluso que las conexiones entre los familiares se fortalezcan y el patrimonio se mantenga unido.

Otras de las ventajas que la mediación aporta a las empresas familiares es un menor costo en tiempo, menor desgaste emocional y económico que otros sistemas de resolución de conflictos. Asimismo, y esto es muy importante, la salvaguarda de la confidencialidad e imagen empresarial que conlleva atajar un problema de una manera rápida e interna con la ayuda de un profesional hará que terceros no se hagan eco de la controversia que se pretende arreglar mediante el proceso de mediación. En un mundo empresarial tan competitivo, donde la información fluye cada vez más rápido, es importante mantener la tranquilidad de nuestros stakeholders (terceros interesados) no sacando a la luz problemas internos. Una de las grandes ventajas de la mediación es que el conflicto entre familiares puede resolverse en la intimidad del negocio y la familia, de manera confidencial, sin poner en juego la reputación de la empresa. Otra gran ventaja es que llegar a un acuerdo a través de esta fórmula consigue que cada parte se comprometa de manera voluntaria, por lo que se garantiza prácticamente al cien por ciento que cada persona cumpla con su parte del trato. Y, al mejorar la comunicación entre las partes afectadas, las relaciones pueden salir fortalecidas en vez de desgastadas. Hay que aprovechar herramientas, como el protocolo familiar, para incluir en ellos una cláusula donde acordemos qué vía vamos a utilizar para solucionar conflictos. Incluso habrá que indicar a qué órgano o persona vamos a acudir para que actúe como mediador.

En definitiva, ante problemas de carácter familiar, es recomendable usar la vía de la mediación antes de entrar al pleito judicial, por las ventajas antes mencionadas: es más rápido, menos costoso, más efectivo y mucho menos desgastante para el entorno empresarial y familiar, y nos da la oportunidad de sanar la herida en vez de sólo taparla. Siempre y cuando se lleve a cabo por un profesional que sea independiente de la empresa y la familia, la mediación es una apuesta segura para aquellas empresas que deseen evitar conflictos de carácter casi bíblico, que destruyan tanto a la familia como a la empresa.

La mediación une a la familia y con frecuencia fortalece a las empresas, mantiene la integridad del negocio por lo que continúa existiendo una buena rentabilidad y beneficiosa imagen comercial.


C.P.C.  y M.I.  José Mario Rizo Rivas 

| Socio Director Oficina Guadalajara

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